Curar los síntomas, sí. Comprenderlos, también.

13 mayo 2023

Dicen que el cuerpo habla lo que la mente calla, ¿será verdad? Curar los síntomas es importante, pero comprenderlos, también.

Ciertamente, todos nosotros, en mayor o menor medida, tratamos de ocultar ante los demás nuestros enfados, nuestras tristezas y angustias, nuestras ansiedades y necesidades. Todo ello con el ánimo de adecuar nuestra conducta y comportarnos como los demás esperan.

Ahora bien, ¿hacia dónde se dirigen todos estos impulsos reprimidos? Algo sabemos seguro: no desaparecen.

 

A través de los síntomas el cuerpo muestra lo que tratamos de ocultar

Es probable que nuestro cuerpo, a través de los síntomas, se encargue de mostrarnos todo aquello que tratamos de esconder.

El psicólogo John P. Conger explica que, “quienes saben leer el cuerpo, reconocen las huellas de nuestros aspectos reprimidos, se dan cuenta de aquellas facetas que nos negamos a compartir y advierten en él nuestros miedos presentes y pasados(1).

 

La ciencia reconoce la raíz psicosomática de los síntomas

La ciencia ha demostrado que el estrés y los estados emocionales mal gestionados pueden generar procesos inflamatorios en el cuerpo. Esto hace que éste se encuentre en un estado crítico para contraer enfermedades y desarrollar síntomas físicos.

Muchos psicólogos consideran que toda enfermedad tiene un componente psicosomático, lo que significa que hay factores psicológicos y emocionales implicados en su aparición y en su desarrollo.

Esta perspectiva no es incompatible con la medicina convencional. Es evidente que el cuerpo necesita recibir los tratamientos oportunos.

 

 

Comprender la enfermedad además de curar

Sumado al tratamiento médico, la persona necesita entender qué aspectos de su vida no están funcionando adecuadamente y, a su vez, cómo puede responsabilizarse de ellos. Cuando se consigue esto, no solo logramos poner en orden nuestra biología, sino también nuestra vida.

Las enfermedades no solamente se curan, también se comprenden.

 

«Si alguien desea una buena salud, primero debe preguntarse si está listo para eliminar las razones de su enfermedad. Sólo entonces es posible ayudarle.»

Hipócrates

 

Qué exactamente comprendemos de las enfermedades

Entendemos la relación que hay entre la enfermedad y las incoherencias de nuestra vida. En palabras de Matthias Girke, médico y jefe del Departamento de Medicina Interna del Hospital de Havelhöhe (Alemania), la verdadera curación de las enfermedades “está relacionada con la transformación de la persona”.

Si vemos al cuerpo como si se tratase de una maquinaria, ajena a todo lo que acontece en nuestro mundo emocional, nos enfocaremos únicamente en restaurar los síntomas que tengamos.

Ahora bien, si nos proponemos investigar de qué forma nuestras dimensiones psicológica y emocional pueden relacionarse con las dolencias de nuestro cuerpo, entonces estaremos a las puertas de lograr una intervención mucho más completa y efectiva hacia nuestro bienestar.

 

 

La enfermedad: umbral de una transformación personal

El método de la Bioneuroemoción considera que los síntomas y las enfermedades son un indicativo de que hay ambientes emocionales que están generando un estrés que no se está sabiendo gestionar adecuadamente.

Este planteamiento nos invita a observar la enfermedad y tratar de darle un sentido. Por eso, puede ser una oportunidad para cuestionar y cambiar ciertos aspectos de nuestro ambiente emocional habitual.

 

 

Premisas básicas de la Bioneuroemoción sobre las enfermedades

Todos los síntomas guardan un nexo con un ambiente emocional estresante.

Como acompañantes en Bioneuroemoción, indagamos el ambiente emocional previo a la aparición del síntoma que la persona experimenta de forma recurrente. Este ambiente está marcado principalmente por las relaciones interpersonales más significativas y los conflictos que pueden producirse en ellas.

Por ejemplo, en una persona que padece fibromialgia podríamos encontrarnos con que su ambiente emocional está caracterizado por relaciones muy demandantes en las que siente que debe sacrificarse y destinar más energía de la que desearía.

 

●       Los síntomas son un aviso para que recuperemos nuestra integridad

Los síntomas ponen de manifiesto que no podemos seguir ocultando nuestras necesidades emocionales y nos invitan a darnos el permiso para mostrarlas sin juzgarnos.

Siguiendo con el ejemplo anterior, un síntoma asociado a la fibromialgia es el dolor en las articulaciones; un dolor que impide a la persona moverse y hacer sobreesfuerzos. Este puede ser, en realidad, un deseo oculto: dejar de sacrificarse por los demás, darse el permiso para descansar y liberarse de responsabilidades.

 

«Tu cuerpo escucha todo lo que tu mente dice»

Naomi Judd

 

●       Usamos los síntomas para ejercer conductas que no nos atrevemos a hacer por cuenta propia

En ocasiones, los síntomas y las enfermedades pueden ayudarnos a realizar comportamientos que de otra forma no sentimos que tenemos el derecho de hacer. En cierto modo, obtenemos un beneficio secundario con la sintomatología que padecemos.

Continuando con el mismo ejemplo, a la persona que padece fibromialgia le puede resultar difícil solicitar ayuda, ya que considera que toda persona debería de ser autosuficiente y no molestar a los demás con sus problemas. A través de los síntomas que sufre, estaría adquiriendo el derecho a solicitar la ayuda que tanto necesita.

 

«La enfermedad devela un ambiente emocional estresante que no se está sabiendo gestionar» 

 

La oportunidad de transformación que nos regala una enfermedad

Es posible que, como sociedad, debamos cambiar nuestra forma de pensar sobre la enfermedad. En lugar de considerar que es algo que tenemos que erradicar y tratar de evitar a toda costa, podemos empezar a pensar que, gracias a su existencia, llegamos a plantearnos cambios profundos en nuestra vida.

La enfermedad puede servirnos como indicador de lo desconectados que estamos de nosotros mismos, de nuestros impulsos emocionales y de nuestras necesidades personales.

Si la enfermedad aparece en nuestras vidas, es probable que nos hayamos dejado de lado durante demasiado tiempo. Y, gracias a ella, somos capaces de darnos cuenta de esto y recuperar nuestra conexión.

Bajo esta perspectiva, el ser humano necesita la enfermedad tanto como la salud.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:

 

Enric Corbera explica en este podcast cómo nuestras incoherencias emocionales pueden influir en nuestro cuerpo y su bienestar.

 

En este video, Enric Corbera expone algunas claves que pueden contribuir a nuestro bienestar físico, mental y emocional.

 

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(1) Zweig, C., & Abrams, J. (2020). Encuentro con la Sombra: El poder del lado oscuro de la naturaleza humana. Editorial Kairós.

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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