Atravesamos un tiempo de profunda crisis existencial que nos invita a recordar que no estamos separados de lo que vivimos. Las experiencias no son simples casualidades, sino símbolos vivos que revelan nuestro estado interno. Vivir desde la conciencia de unidad nos permite asumir la responsabilidad de nuestra vida con una nueva mirada: dejar de ser gobernados por lealtades inconscientes, liberar patrones heredados y cultivar una auténtica libertad emocional. Este encuentro propone una exploración profunda de la conciencia como un tejido invisible que entrelaza lo interno con lo externo, lo personal con lo colectivo. Cuando aplicamos este principio filosófico en el ámbito de la psicología, sucede lo inevitable: la revolución interior.