“El sufrimiento se gestiona mejor en compañía”: vínculos y sentido de la vida en la mirada de Francesc Torralba

04 diciembre 2025

Hay conversaciones que iluminan sin necesidad de grandes teorías. A veces basta escuchar a personas que hablan con honestidad sobre la vida, el dolor y la búsqueda de sentido.

El encuentro entre David Corbera, Sara Pallarès y Francesc Torralba en el pódcast Destellos de Sabiduría es uno de esos diálogos que sorprenden por su sencillez y profundidad a la vez.

El Dr. Francesc Torrealba es filósofo, teólogo y una referencia en el pensamiento contemporáneo sobre el sentido de la vida. En un tiempo en el que tantas personas se sienten cansadas, desbordadas o sin rumbo, su mirada ofrece un respiro: una invitación a pensar despacio y a recuperar la fortaleza interior.

La Bioneuroemoción propone que nuestras experiencias no pueden separarse de lo que sentimos ni de cómo nos relacionamos con los demás. A lo largo de esta conversación, Torralba llega de manera natural a reflexiones muy afines a esta visión: entender la vida como un proceso de autoconciencia y encontrar sentido incluso en lo difícil.

 

Destellos 28 Francesc Torrealba

 

La fragilidad contemporánea y la necesidad de entrenar el alma

En los primeros minutos del encuentro, David introduce una observación que ambos comparten: vivimos un tiempo donde muchos jóvenes —y no tan jóvenes— parecen haber perdido cierta fortaleza interior. No se trata de una crítica generacional, sino de una constatación que invita a reflexionar.

Francesc lo expresa así: «La fragilidad emocional que tienen hoy muchos jóvenes es impresionante», dice. No lo afirma con juicio, sino con preocupación. Para él, una parte del problema reside en un modelo educativo que ha querido evitar el dolor, la frustración y el conflicto. El resultado, en sus palabras, es que «cuando aparece el mal, cuando aparece el sufrimiento, no saben cómo gestionarlo».

Sara recoge esta idea con suavidad, subrayando cómo, desde la Bioneuroemoción, se contempla que la sobreprotección puede impedir el desarrollo de recursos internos. En ese punto,

Torralba coincide: «No les hemos ayudado a ser fuertes. Tú preparas a la gente para que pueda afrontar la vida, que es complicada».

 

Estoicismo, virtud y capacidad de soportar lo que no controlamos

A mitad de la conversación, David plantea la idea de la virtud desde una perspectiva cotidiana: ¿qué significa hoy cultivar fortaleza interior?

Esa pregunta abre un espacio donde Francesc recurre a los clásicos. Recuerda que para los estoicos la vida exigía preparar el alma con pequeñas prácticas diarias: «Tienes que tener pequeñas experiencias de resistencia», explica.

La fortaleza no se improvisa; se entrena.

«Hay cosas que no están en nuestras manos», señala, y por eso necesitamos desarrollar una capacidad de soportar, comprender y transformar la experiencia sin hundirnos en ella. Desde la Bioneuroemoción, este punto conecta con la importancia de reconocer nuestras percepciones y creencias a la hora de afrontar los desafíos.

Francesc lo formula a su manera: «Se trata de ayudarles a autocontrolarse, a autorregularse».

 

Destellos 28 Francesc Torrealba

 

El sentido de la vida en un mundo que ha perdido sus mapas

A medida que avanza el diálogo, emerge un tema central: el sentido de la vida. Torralba lo sitúa en un lugar estructural: las personas necesitan un horizonte, una narrativa que les permita comprender su existencia. Y, sin embargo, muchas de las grandes explicaciones del pasado han perdido vigencia.

«Estamos en un tiempo en el que muchos conceptos ya no funcionan», afirma. No lo dice como lamento, sino como diagnóstico. Para él, necesitamos revisar palabras como felicidad, libertad o plenitud, porque «el vocabulario moral que teníamos ha quedado erosionado».

Frente a esa crisis de sentido, Sara expone una perspectiva que resuena con la Bioneuroemoción: cómo los paradigmas no solo cambian a nivel cultural sino también en la manera en que cada persona interpreta su experiencia.

Francesc asiente y señala: «Estamos viviendo un cambio de paradigma brutal», especialmente en lo referente a lo espiritual.

 

Nuevas preguntas para un nuevo tiempo

Por su parte, David plantea cómo este vacío puede abrir también una oportunidad, una invitación a pensar de nuevo. Torralba coincide: «Estamos reconstruyendo un mapa moral. Y eso requiere un esfuerzo de pensamiento».

El diálogo entra entonces en un tono más filosófico, donde él subraya que sin preguntas profundas no puede haber crecimiento ni libertad interior. Recuperar la capacidad de pensar —dice— es recuperar la capacidad de vivir.

 

Destellos 28 Francesc Torrealba

 

El duelo como experiencia que obliga a mirar de frente

El corazón del encuentro llega cuando David y Sara, con delicadeza, se adentran en la experiencia del duelo. Saben que no es un tema abstracto para su invitado. Lo abren desde una pregunta implícita: ¿cómo vivir cuando la vida se rompe?

Torralba habla con honestidad absoluta: «Yo he enterrado a un hijo».

Y cuenta que las palabras no alcanzan: «No hay palabras para describirlo. Cuando te toca de lleno, entonces lo vives de otra manera», confiesa. Lo que antes eran teorías —la muerte, el sufrimiento, la esperanza— se convierten en vivencia encarnada.

Lejos de cualquier idealización, reconoce que el dolor no desaparece, pero se transforma: «No se supera; se integra».

Sara reflexiona que, desde la Bioneuroemoción se considera que cada duelo es singular porque cada vínculo es único. Francesc coincide: «El duelo es distinto para cada persona», dice. Las circunstancias cambian, el carácter cambia, la historia cambia.

 

La fe, el sentido y la tarea de seguir viviendo

Surge una pregunta inevitable: ¿qué sostiene a alguien en un proceso así? Torralba responde sin solemnidad: «A mí me sostiene la fe».

Pero no la presenta como refugio fácil, sino como una fuente de sentido, como un lugar desde el cual mirar el sufrimiento sin caer en el nihilismo. Y añade algo que se relaciona profundamente con la Bioneuroemoción: la pérdida obliga a revisar prioridades, vínculos, valores.

«Te cambia la escala de la vida», admite.

 

Los vínculos como depósitos de experiencia compartida

La conversación en Destellos de Sabiduría se abre hacia los vínculos humanos. David rescata una expresión bellísima que aparece en la entrevista: los “depósitos de experiencia compartida”.

Francesc sonríe y explica que una amistad verdadera no es solo un afecto, sino una historia común: «Es lo que has vivido con esa persona lo que le da densidad».

Lo mismo ocurre en la educación. Habla de una joven maestra que, pese a sus conocimientos, carecía de lo que él llama «experiencia de mundo». Por eso, cuando visita aulas de formación, repite una idea: «Hay cosas que solo se aprenden viviendo».

Este punto conecta directamente con la Bioneuroemoción: la experiencia emocional no es un concepto, sino un acontecimiento que nos atraviesa y nos invita a comprendernos mejor en relación con los demás.

 

Comunidad, acompañamiento y salud mental

En esa línea, Sara abre un espacio para hablar de salud emocional desde una clave comunitaria. Torralba coincide plenamente: «El sufrimiento se gestiona mejor en compañía», afirma.

No se trata de buscar soluciones externas, sino de crear vínculos que favorezcan la resonancia, la contención y el acompañamiento mutuo. La soledad —dice— es una de las grandes heridas de nuestro tiempo.

 

Destellos 28 Francesc Torrealba

 

Vivir con propósito: una invitación a ordenar la vida

Hacia el final del diálogo, surge una pregunta que cierra el círculo: ¿Qué significa vivir bien?

Torralba no duda: «Para mí, la felicidad es la eudaimonía», un concepto que hace referencia a la felicidad con base en el bienestar interior. No habla de placer ni de comodidad, sino de vivir en coherencia con lo que uno siente, piensa y valora.

Es otro puente natural con la Bioneuroemoción, que propone al propósito vital como brújula ética y emocional.

«Hay que priorizar», insiste Francesc Torralba. El tiempo es limitado y, por eso, «no todo es igual de importante». La vida se ordena cuando uno sabe qué quiere cuidar, qué quiere ofrecer y con quién quiere caminar.

 

Una reflexión final para quienes buscan vivir con más sentido

Este encuentro deja una sensación clara: la fortaleza, el sentido, los vínculos y el propósito no son ideas abstractas. Son prácticas cotidianas que se construyen en la vida real, en la relación con los demás y en la manera en que interpretamos nuestras experiencias.

Francesc Torralba lo resume con la serenidad de quien ha vivido, lo que enseña: «La vida es compleja, pero vale la pena vivirla».

Una invitación a pensarnos, a entrenar el alma y a cultivar vínculos que den profundidad a nuestra existencia. Porque, al final, el sentido de la vida no está en encontrar respuestas perfectas, sino en aprender a mirar de frente lo que somos y lo que vivimos, con honestidad y con esperanza.

 

 

Este artículo es solo una breve parte de la conversación con el Dr. Francesc Torrealba de David Corbera y Sara Pallarès -director académico y CEO, respectivamente, de Enric Corbera Institute- en el pódcast “Destellos de Sabiduría”. Puedes ver o escuchar el episodio completo “La filosofía puede salvarte la vida”, aquí:

 

 

 

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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