A menudo la medicina ha sido entendida como un modelo centrado en reparar lo que no funciona. Sin embargo, cuando los síntomas no desaparecen o cuando no hay una causa evidente, surge la necesidad de ampliar la mirada. David y Sara invitan a Félix Millán, urólogo y cirujano español, a compartir su experiencia en el pódcast Destellos de Sabiduría.
A través de sus palabras aparece un puente entre la medicina y una visión más integradora de la salud.
Al hablar de este concepto, Millán señala: “Esto no es una especialidad médica aceptada, oficial, sino es una forma de ver, de entender la medicina de otra forma, en la cual tomamos tratamientos o herramientas complementarias con evidencia científica o evidencia clínica, que suman a todo lo bueno que ya tenemos con la medicina, eh, académica, oficial. A mí me gusta hablar de tratamientos o instrumentos complementarios, nunca de alternativo”.
Para David, el interés radica en que este enfoque puede aplicarse en cualquier especialidad, y Sara subraya que lo esencial no es negar lo que la medicina convencional aporta, sino “abrirnos a coger otra mirada, quizás más amplia, para poder ayudar mejor a las personas”.
Millán añade que, aunque no exista un programa oficial que regule esta práctica, cada vez son más los profesionales que incorporan esta visión. Algunos lo hacen desde lo bioquímico o lo físico, otros desde lo energético, lo emocional o incluso lo espiritual. Lo importante, según él, es sumar perspectivas y no reducirse a una sola herramienta.
En el diálogo surge un contraste entre la lógica clásica de causa-efecto y las necesidades actuales de los pacientes. David apunta que este esquema “ratifica el modelo causa – efecto”, a lo que Millán responde:
“Exactamente: tengo una causa que es un germen, tengo un efecto que es una enfermedad infecciosa. Pues meto aquí en medio algo que corte esta cadena que es el antibiótico. Lo que pasa es que esto se quiere aplicar a todos los modelos de la medicina y no es así”.
Para Millán, este modelo ha sido muy eficaz frente a las infecciones, pero hoy predominan enfermedades crónicas y multicausales —cáncer, autoinmunes, degenerativas, metabólicas y cardiovasculares— que no se explican con un único factor. Por eso insiste en la necesidad de nuevas “gafas” para ver la salud desde una perspectiva más amplia y compleja.
La reflexión lleva a distinguir entre atender el síntoma y comprender sus raíces. Millán explica:
“La medicina nos enseña a ver el cómo. Pero yo digo: Un paso más, causa-efecto. Vamos al por qué. ¿Qué me provoca esto?”.
Sara integra esta idea al señalar que sería como “entender el contexto de tu organismo, es decir, entender el entorno donde ha surgido esa causa”.
El propio Millán ejemplifica con la urología: ante una cistitis recurrente, la medicina convencional receta antibióticos; la fitoterapia ofrece alternativas naturales; pero la mirada integrativa indaga si hay disbiosis intestinal, intoxicaciones, infecciones ocultas o un trasfondo emocional que sostenga el síntoma. Ese cambio de perspectiva permite descubrir dimensiones ocultas del malestar.
En este punto, la conversación se abre hacia la dimensión emocional de la salud. Millán afirma:
“Las emociones se sienten no solo en el sistema nervioso sino en todo el cuerpo. Todo está relacionado. Y a veces, tratando esto, puedes equilibrar o entender más de las cinco grandes patologías que tenemos ahora”.
Sara complementa que, al mirar el organismo en su entorno, “hay otro contexto que está influenciando y que puede ser relevante, el emocional”.
Aquí, la emoción deja de ser un añadido secundario para convertirse en un factor clave. Según Millán, comprender las experiencias personales, familiares y sociales permite que el síntoma adquiera un nuevo sentido y que la intervención vaya más allá de lo puramente biológico.
El paso siguiente consiste en reconocer que un síntoma no solo tiene una explicación biológica, sino que puede tener un sentido más profundo. Millán lo expresa así:
“A veces, si vas a esto, ves que es un tema para trascender de la persona. Entonces, ya te viene el para qué. Para qué me está pasando este síntoma, pues, a lo mejor, para trascender este problema familiar, para perdonarlo, hacer un acto de perdón, un acto de conciencia”.
Este desplazamiento hacia el “para qué” abre un horizonte transformador: la enfermedad no se reduce a un problema a erradicar, sino que puede convertirse en un camino de autoconocimiento y reconciliación.
La conversación también aborda la relación médico–paciente. Sara recuerda el peso que suele darse a la bata blanca, y Millán matiza:
“Yo creo que lo importante no es la asimetría, sino la simetría. Si estamos en simetría, somos un tú a tú”.
En esa simetría, el paciente deja de ser un sujeto pasivo para convertirse en corresponsable de su proceso. Y el médico, más que un “sabio que lo sabe todo”, se convierte en un acompañante que facilita el encuentro del paciente consigo mismo.
Otro aspecto relevante de la conversación fue la reflexión sobre la ciencia. Millán señala que la verdadera ciencia requiere humildad y curiosidad, y que el método científico no debería limitarse a un único modelo, como los ensayos clínicos pensados para fármacos patentables.
Según él, esa reducción deja fuera conocimientos valiosos de la nutrición, la fitoterapia o la propia experiencia clínica. Lo esencial, afirma, es no caer en el dogmatismo y mantener siempre la apertura a nuevas formas de comprensión.
De este modo, la medicina integrativa no renuncia al rigor, pero tampoco se encierra en una sola vía. Como apunta David, lo que está en juego es ampliar probabilidades de bienestar, y eso exige una visión más inclusiva de la ciencia y de la práctica médica.
Entre las palabras de los tres se dibuja una conclusión: la medicina integrativa no busca reemplazar la medicina convencional, sino abrir el horizonte de lo posible. Como afirma Millán, “maravilloso, porque no solo estás curando el cuerpo, sino atendiendo el mensaje del alma de por qué te está pasando esto”.
La invitación es mirar la enfermedad no solo como un obstáculo, sino como una oportunidad de transformación.
Este artículo es solo una breve parte de la conversación con Félix Millán de David Corbera y Sara Pallarès -director académico y CEO, respectivamente, de Enric Corbera Institute- en el podcast “Destellos de Sabiduría”. Puedes ver o escuchar el episodio completo “Por qué la medicina tradicional ya no alcanza”, aquí:
Si quieres conocer más acerca del método de la Bioneuroemoción y cómo aplicarlo en tu vida para aumentar tu bienestar emocional, síguenos en nuestras redes sociales: YouTube, Instagram, Facebook, X y LinkedIn.
Comparte en los comentarios si te ha resultado interesante este artículo y compártelo con quien creas que le puede resultar útil esta información. ¡Gracias por tu interés!