¿Por qué de repente una vida que parecía estable se convierte en una carga pesada? ¿Qué pasa dentro de nosotros cuando nos sentimos desconectados, inseguros, o nos preguntamos si aún somos suficientes? ¿Qué papel juega aquí la testosterona?
Estas preguntas nos desafían a explorar un territorio íntimo y muchas veces ignorado: el profundo vínculo entre nuestras emociones y el equilibrio hormonal.
Para desentrañarlo, David Corbera y Sara Pallarès entrevistaron al Dr. Antonio Hernández, médico especializado en nutrición ortomolecular y medicina integrativa, con más de 15 años de experiencia clínica. Autor de obras como “Testosterona: la hormona de la vida” y “Cómo alcanzar la flexibilidad inmunometabólica”, el Dr. Hernández dirige la Clínica Keval+, de Valencia (España), donde se trabaja integrando cuerpo, mente y emociones para restaurar la salud de forma profunda y consciente.
En esta conversación descubriremos por qué la testosterona —tan injustamente encasillada como “hormona masculina”— es, en realidad, un pilar fundamental para nuestro sistema inmune, nuestra autoestima y nuestra vitalidad.
Sara Pallarès abre el diálogo desde la raíz del enfoque, preguntando al Dr. Hernández qué es la medicina integrativa y qué beneficios tiene respecto a la medicina convencional.
—”La medicina integrativa no es una moda ni una alternativa moderna; representa la verdadera esencia de la medicina. Implica considerar no solo el cuerpo físico, sino también la mente, las emociones, el entorno social, económico y ambiental.
La salud no es simplemente la ausencia de enfermedad, sino un equilibrio entre todos los aspectos del ser humano. El desequilibrio emocional o psicológico impacta directamente en la fisiología.
En medicina integrativa se reconocen los abrazos, el afecto, el estrés familiar o la falta de propósito vital como factores que afectan el sistema hormonal.”
A partir de allí, David Corbera profundiza en cómo las emociones alteran nuestro equilibrio interno. Pregunta al Dr. Hernández: ¿Cuáles son estos otros elementos que tú trabajas cuando ves un desequilibrio hormonal?
—”Más allá de corregir valores hormonales aislados, se trabaja el contexto emocional del paciente: su estrés diario, la autoexigencia, la falta de autocuidado, la disociación entre el personaje que muestran al mundo y su verdadera necesidad emocional.
Muchas veces el problema hormonal tiene origen en no permitirse parar, en vivir desde el deber ser, en el miedo a no ser suficiente. La salud hormonal requiere reconciliarse con las emociones no expresadas, con los conflictos internos y con los ritmos naturales del cuerpo.”
Interesado en conectar ciencia y emociones, David Corbera plantea una cuestión fundamental: ¿Realmente existen evidencias científicas de la relación que hay entre la gestión emocional y el sistema hormonal?
—”Sí. Hay evidencia sólida: el estrés emocional crónico altera los niveles hormonales. Se observa en el deporte y en clínica habitual: cuando un individuo atraviesa duelos, divorcios, presiones laborales o familiares, su testosterona cae y su cortisol sube.
Este desequilibrio hormonal da lugar a una caída de la motivación, de la libido, de la resiliencia emocional y puede abrir la puerta a enfermedades. La gestión emocional adecuada, en cambio, favorece la homeostasis hormonal y la recuperación de la energía vital.”
Sara Pallarès, en un intento por desmitificar ciertas creencias populares, lleva el diálogo hacia el papel de la testosterona en las mujeres: ¿Por qué sería importante esta hormona en la mujer, incluso desde el punto de vista emocional?
—”Aunque la mujer produce 20 veces menos testosterona que el hombre, esta hormona es clave para sostener su vitalidad física y emocional. Mantiene la autoestima, el deseo sexual, la capacidad de enfrentar desafíos, la fuerza de voluntad y la determinación.
Cuando los niveles bajan, la mujer puede sentirse fatigada, perder interés sexual, dudar de sí misma, experimentar tristeza o inseguridad, todo lo cual impacta su equilibrio emocional y su autopercepción. El estrés crónico y las exigencias sociales acentúan este descenso.”
Explorando aún más la conexión entre identidad, emociones y biología, David Corbera plantea al Dr. Antonio Hernández esta afirmación: Podríamos decir que cuando baja la testosterona se afecta la personalidad de la persona.
—”Sí. El desplome de la testosterona puede generar una transformación interna: menos iniciativa, menor capacidad para asumir riesgos, tendencia a la apatía, pérdida de propósito y motivación. El individuo puede sentirse extraño, desconectado de quién era antes.
Esto lleva a un círculo vicioso de frustración y más desequilibrio. La testosterona no crea personalidad, pero potencia lo que ya existe: si el contexto emocional es negativo, su baja exacerba la sensación de derrota, abandono y resentimiento.”
Antes de cerrar, Sara Pallarès abre una reflexión sobre el ritmo de vida actual y su impacto invisible en nuestro bienestar: ¿Podría la falta de pausa afectar nuestro equilibrio emocional y hormonal?
—”La falta de pausas nos mantiene en un estado de alerta continua: un ‘modo supervivencia’ donde el cortisol se dispara de forma crónica. Vivir en adrenalina constante inhibe la regeneración física, disminuye la testosterona y lleva a la fatiga emocional.
No permitirnos parar no solo agota nuestro cuerpo, sino que nos desconecta de nosotros mismos, de nuestras emociones auténticas, de nuestros ritmos biológicos naturales. Ralentizar es vital para recuperar el equilibrio interior, tanto hormonal como psicológico”, concluye el Dr. Antonio Hernández.
Hoy sabemos que nuestro equilibrio hormonal no depende solo de lo que comemos o de los fármacos que usamos, sino también —y sobre todo— de cómo sentimos, cómo vivimos y cómo nos relacionamos con nosotros mismos.
Quizá ralentizar, escuchar nuestras emociones y abrazar nuestras necesidades más profundas sea el primer paso real para sanar de verdad.
La biología y la conciencia no son mundos separados: son uno solo. Y en esa unidad, late la verdadera salud.
Este artículo es solo una breve parte de la conversación de David Corbera y Sara Pallarès con el Dr. Antonio Hernández en el pódcast “Destellos de Sabiduría”. Puedes ver o escuchar el episodio completo “El impacto de las emociones en tu equilibrio hormonal”, aquí:
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