Madre tóxica: ¿Eres tú o ella?

05 junio 2024

¿Te has preguntado alguna vez si has crecido con una madre tóxica o si tú lo eres? ¿Sabes cómo identificar si tienes un vínculo nocivo con tu mamá o con tus propios hijos? 

En este artículo analizaremos qué significa ese calificativo para una función tan importante en nuestra vida. También veremos cómo reconocer si tu relación con tu madre o con tus hijos es desadaptativa y cómo transformarla.

 

¿Existe la madre perfecta?

Si tuvieras que describir lo que es una “madre perfecta”, ¿qué cualidades mencionarías?

La mayoría de nosotros, independientemente de nuestra experiencia personal, destacaremos atributos como el cuidado, la atención, la ternura, la nutrición y el amor incondicional

Que compartamos esta visión de la maternidad no es casual, sino que la idea de la “madre perfecta» está arraigada en nuestro inconsciente. Esta imagen se denomina arquetipo y define lo que debería ser una “buena madre”.

Este ideal inalcanzable moldea nuestra manera de percibir a nuestra madre o a las personas que representan este rol (una cuidadora, la tía, la abuela, un docente, etc.). También configura nuestra propia maternidad, real o simbólica.

 

madre tóxica

 

¿Utilizas tu idea de madre como guía o como limitación?

La madre perfecta solo existe en nuestra mente y la usamos como parámetro para darle cierto sentido a nuestras experiencias. 

Podemos utilizarla como ayuda para orientarnos, ya que nos permite saber qué hacer como madres o cuidadoras. Actúa como una guía que, en el reino animal, se llama instinto maternal.  

Sin embargo, también podemos utilizar esta información para crear un molde inflexible, haciendo comparaciones entre lo que experimentamos y un ideal imposible. Esto sucede cuando una persona considera que su mamá, o ella misma, es una mala madre” o una “madre tóxica”, ya que ha ejercido una crianza no tan perfecta.

Si es tu caso, ya sea como madre y/o como hijo/a, siempre puedes tomar conciencia de aquello que es disfuncional y hacer cambios, en vez de seguir en la acusación y la culpabilidad.

 

 

Qué es una madre tóxica

Ciertamente, en muchos casos una madre no logra establecer un vínculo beneficioso con sus hijos/as. No les proporcionan bases emocionales firmes que les permitan construirse como adultos capaces de caminar seguros por la vida.

La psicóloga Susan Forward utilizó por primera vez el término madre tóxica en los años 90 para definir a las que proporcionan una crianza perjudicial a los hijos. 

Este concepto es ampliamente utilizado en la actualidad, sin embargo, hemos perdido de vista que, lo que se define realmente cómo tóxica” no es la persona, sino la relación desadaptativa que obstaculiza el proceso de desarrollo natural de los hijos.

En tal sentido, en ningún caso la mamá es la tóxica, sino la relación que tiene con sus hijos. Una mujer puede tener varios hijos y establecer una relación disfuncional solo con alguno de ellos.

 

Cómo reconocer una madre tóxica

Si bien mantener una relación nociva con la madre es mucho más habitual de lo que creemos, no siempre es fácil darse cuenta. Algunas características propias de una madre que establece una relación tóxica con sus hijos pueden ser: 

  • Absorbente, posesiva y controladora, está pendiente en exceso de sus hijos/as, ocupando todos sus espacios. Siente que sus hijos/as son de su propiedad y que están en deuda con ella por los cuidados ofrecidos y por haberles dado la vida.
  • Sobreprotectora, actúa en exceso por sus hijos/as como si no pudieran salir adelante sin su ayuda. Subestima su valía y, en consecuencia, les impide desarrollar sus capacidades.
  • Ausente, ya sea física o emocionalmente. No tiene la capacidad de responder a las necesidades afectivas de sus hijos/as.
  • Negligente en los cuidados básicos, bien porque es incapaz de detectar las necesidades de sus hijos/as o porque considera prioritarias las suyas propias.
  • Inestable emocionalmente, no puede gestionar adecuadamente sus estados emocionales y estos condicionan el ambiente familiar.
  • Genera conflictos de manera habitual, ya sea con su pareja, amigos/as, familia, trabajo, etcétera.  
  • Manipuladora y victimista, oscila entre actitudes invasivas y pasivo-agresivas.
  • Proyecta sus frustraciones, trata de conseguir a través de la vida de sus hijos lo que no pudo hacer por ella misma.

 

“Uno sana cuando descubre la oportunidad de crecer que una situación dolorosa nos ofrece” 

David Steindl-Rast

 

Qué revela de nosotros una madre que juzgamos como tóxica

Cuando un adulto dice que su madre es tóxica, generalmente sostiene un resentimiento con ella por su manera de tratarlo durante la infancia. Y, en consecuencia, la hace responsable de los problemas que él tiene en la actualidad

Llamar “tóxica” a una persona -madre, pareja, jefe, amigo, etc.- es la mejor manera de poner fuera de uno mismo los propios miedos, carencias y limitaciones. En otras palabras, es responsabilizar a otra persona de lo que, como adultos, debemos asumir nosotros: nuestra propia vida y nuestro bienestar.

 

“Crecer es dejar de culpar a los padres”

Maya Angelou

 

El reto de reconocer lo tóxico de nuestro vínculo con ella

Lo que entendemos por madre tóxica no siempre tiene que ver con lo que la mayoría imagina: una mujer malvada que odia a sus hijos, violenta y maltratadora. Por eso mismo, en muchas ocasiones el vínculo tóxico entre madres e hijos pasa desapercibido y se enmascara en lealtades invisibles.

Por otra parte, a veces no somos conscientes de que ciertas limitaciones o bloqueos actuales están relacionados con el tipo de vínculo que establecimos con nuestra madre. Así, la necesidad de cambiar la forma en que nos relacionamos con mamá puede pasar inadvertida. 

Tomar conciencia de ello es fundamental para poder transformar esta relación y convertirnos en un adulto emocional, capaz de dirigir nuestra vida y de responsabilizarnos por nuestro bienestar. 

 

 

Liberar a mamá de nuestro juicio

Comprender que no podemos cambiarla sino que los que tenemos que cambiar la percepción de tóxica somos nosotros es el primer paso para generar un cambio verdadero en el vínculo con nuestra madre

Al liberarnos de la toxicidad de nuestro vínculo con ella también la liberamos de una carga que no le corresponde llevar. Además, sanar la relación con mamá es un paso previo fundamental para que podamos establecer un vínculo más saludable con nuestros hijos.

Mamá no es responsable de nuestro bienestar como adultos, somos cada uno de nosotros.

 

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:

 

Enric explica que la educación de los hijos está condicionada por la educación recibida de los padres. Conseguir un equilibrio emocional es clave para evitar establecer relaciones tóxicas con nuestros hijos.

 

En video, David Corbera responde a preguntas sobre cómo tomar conciencia de nuestros conflictos y condicionamientos con la figura materna y por qué es fundamental para transformar esta relación y convertirnos en adultos emocionales.

 

 

Si quieres conocer más acerca del método de la Bioneuroemoción y cómo aplicarlo en tu vida para aumentar tu bienestar emocional, síguenos en nuestras redes sociales: YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y Linkedin.

 

Comparte en los comentarios si te ha resultado interesante este artículo y compártelo a quien creas que le puede resultar útil esta información. ¡Gracias por tu interés!

Si te ha gustado, compártelo

Curso de Introducción a la Bioneuroemoción

Comentarios (3)

Escribe tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2021 Enric Corbera Institute.