“Aprendemos a vernos como nos ven”

17 octubre 2016

¿Te has preguntado de dónde surge tu forma de percibirte? ¿Qué influencia puede tener esto en tu vida? ¿Nos pasan cosas por cómo pensamos o pensamos así por las cosas que nos pasan?

Nuestras creencias no solo determinan lo que vemos sino además lo que pensamos sobre el mundo, sobre los demás y sobre nosotros mismos.  El error más grave que podemos cometer es pensar que nuestras creencias son verdad. A partir de esa premisa, cualquiera que piense de forma diferente de lo que creemos se convierte en alguien que está equivocado o incluso un enemigo. Además acabaremos defendiendo de nuestras creencias frente a otro como si defendiésemos nuestra mismísima naturaleza.

El doctor Bruce H. Lipton, es doctor en biologia celular y profesor en el New Zealand College of Chiropractic de Auckland. Como científco cuestiona la visión darwinista de la evolución y la premisa básica de que los genes condicionan nuestra vida. En su libro La biologia de la creencia: La liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros nos dice: “Las percepciones no sólo cambian nuestros comportamientos sino que cambian la expresión génica”.  Este libro trata de la relación entre el cuerpo y la mente y durante este tiempo la investigación propuesta ha crecido de manera extraordinaria y los experimentos de Lipton han sido avalados científicamente. En la actualidad, se acepta de forma más mayoritaria que los genes y el ADN no controlan nuestra biología de una forma absoluta.

Lo que escuchamos y vivimos nos forma. No vemos el mundo como es, vemos el mundo como somos. Somos víctimas de nuestras creencias, pero podemos cambiarlas”.

Un cuerpo humano está hecho de 50 trillones de células y bajo este punto de vista es una comunidad. Esta comunidad de células se ve afectada por nuestra particular manera de ver y percibir el mundo. Es decir, lo que pensamos varía nuestra biología”. Los estudios de Lipton “demuestran que las células cambian en función del entorno, es lo que llamamos epigenética”. Según la información que recibe del exterior un gen “puede crear 30.000 diferentes variaciones”.

Para entenderlo mejor Lipton nos propone, en una publicación de La Vanguardia, que pensemos en el efecto placebo: si pensamos que algo nos va a curar nos cura. Y nos recuerda que el efecto nocebo funciona exactamente de la misma manera, si pensamos que no vamos a conseguir algo no lo conseguiremos. Así de sencillo, por eso lo más importante es ser conscientes de lo que pensamos. Al poner atención en nuestro pensamientos podemos escoger el ambiente en el que vivirán nuestras células. 

Para Lipton existen dos mecanismos de supervivencia: el crecimiento y la protección. Y no pueden convivir juntos. Si nos protegemos no crecemos y a la inversa: “Los procesos de crecimiento requieren un intercambio libre de información con el medio, la protección requiere el cierre completo del sistema. Una respuesta de protección mantenida inhibe la producción de energía necesaria para la vida”.

Durante la infancia percibimos el entorno igual que lo percibe nuestros padres y nuestra familia y eso condiciona nuestra forma de ver el mundo.

Nuestra manera de vivir depende de nuestras creencias y “los comportamientos, creencias y actitudes que observamos en nuestros padres se graban en nuestro cerebro y controlan nuestra biología el resto de la vida, a menos que aprendamos a volver a programarlas”.

Desde la Bioneuroemoción® sugerimos que vemos el mundo a través del filtro de nuestras creencias y que tomar conciencia de nuestras creencias es el primer paso para cambiarlas. Toda nuestra información está en resonancia con la de nuestros antepasados. Si ponemos atención a lo que nos sucede, lo que consideramos importante y lo cotidiano, a las relaciones familiares y a los encuentros fortuitos, a los impactos y a los tropiezos estaremos más cerca de comprender que no hay separación, que todo es uno. Nada es baladí, todo es información, todo tiene un sentido.

“Si eliges vivir en un mundo lleno de amor tu salud mejorará”.
Dr. Bruce H. Lipton.

 

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