La calidad de nuestra comunicación con los demás depende en gran medida del diálogo que mantenemos con nosotros mismos. ¿Cómo podemos reconocerla y modificarla?
Reflexionar sobre cómo nos hablamos y entender nuestras emociones más profundas son pasos esenciales para construir relaciones más auténticas y empáticas.
Te invitamos a descubrir cómo el amor propio y la honestidad interna pueden transformarte.
Nuestro diálogo interno refleja nuestro amor propio
La verdadera autoestima nace en nuestro interior; por más aprecio que recibamos de otros, si no nos valoramos a nosotros mismos, ese reconocimiento externo nunca será suficiente. Esa consideración se basa en un diálogo franco y a la vez amoroso con uno mismo.
A menudo nos maltratamos con frases como “soy un desastre”, “no sirvo para…”, “nunca podré…”. Estas expresiones reflejan creencias y aprendizajes de la infancia, pero no son verdaderas, por lo que podemos modificar su impacto.
Las excusas que nos ponemos
Una de las formas más comunes de evasión es justificarnos, lo cual puede impedirnos asumir la responsabilidad de lo que sentimos y hacemos. Cada explicación o excusa nos coloca en una cómoda posición de víctima que, sin embargo, nos inmoviliza.
Nos justificamos tanto que esas razones terminan pareciendo verdades.
¿Qué excusas utilizas para evitar conectar con tus emociones auténticas?
“Soy demasiado mayor para… No sé lo suficiente … Nadie se va a interesar por lo que tengo que decir… No tengo tiempo… Estoy demasiado ocupado… Siempre he sido así… Lo he intentado antes y no funcionó…”
El impacto de la autocrítica en nuestra comunicación interna
En lugar de cuestionar las creencias que están detrás de nuestras conductas, solemos distraernos con frases motivacionales de redes sociales que refuercen nuestro ánimo. Sin embargo, expresiones como “¡Activa tu poder, tú puedes!”, pueden llevarnos a la frustración o al autoengaño si no se sostienen en un proceso real.
El amor propio se construye día a día, como un escultor que moldea su obra con el compromiso de lograr la excelencia. La autocrítica excesiva, sin embargo, limita ese proceso, y al subestimarnos, condicionamos lo que somos capaces de alcanzar.
Este trato destructivo hacia nosotros mismos también afecta negativamente nuestra forma de comunicarnos con los demás.
“Embellece tu diálogo interno. Embellece tu mundo interior con luz de amor y compasión. La vida será hermosa.”
Amit Ray
Cómo ser coherente en tu comunicación emocional. Ejemplo
Las excusas para disfrazar nuestros verdaderos sentimientos o reaccionar de manera automática muestran que estamos desconectados de nuestras emociones más profundas.
Por ejemplo, una persona le reclama a su pareja porque sale con la bici todos los fines de semana y no es capaz de decirle que, en realidad, lo que desea es pasar más tiempo juntos. Pero, además, si profundiza en lo que realmente siente y necesita, podría descubrir que está proyectando en su pareja la necesidad interna de dedicarse más tiempo a sí misma, haciendo algo que disfruta.
Es decir, un ejercicio de autoindagación le puede revelar que lo que necesita no es la atención del otro, sino prestarse atención a sí misma. De este modo, aumentará su propio bienestar y podrá comprender también al otro.
Este estado interno y esta comprensión transformarán la manera en que se comunica con su pareja a partir de ese momento.
“Lo que logremos por dentro cambiará la realidad externa”
La comunicación interna requiere valentía
La coherencia emocional nace al alinear lo que pensamos y sentimos con lo que decimos y hacemos, lo cual exige honestidad profunda. Esto nos permite comprendernos mejor y comunicar con empatía, mejorando nuestras relaciones y resolviendo conflictos de manera saludable.
Siguiendo el ejemplo anterior, si una persona explora la soledad que siente cuando su pareja sale en bici, podría descubrir una herida de infancia, como la falta de compañía de un padre ausente. Al reconocerlo, deja de proyectar ese vacío en su pareja y convierte el reclamo en una oportunidad para entender lo que realmente necesita sanar.
La incoherencia, en cambio, nos aleja de lo que buscamos: la pareja de alguien que reclama atención probablemente querrá alejarse, no acercarse.
Cultivar la coherencia entre pensamientos, emociones y palabras nos permite comunicarnos de forma auténtica y conectar profundamente con los demás.
¿Qué te impide ser completamente transparente? ¿Qué dolor aún no quieres enfrentar?
“Tú dices que amas la lluvia; sin embargo, usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por eso es que tengo miedo cuando dices que me amas.”
Qyazzirah Syeikh
Puedes mejorar la intención de lo que comunicas
Muchas personas se jactan de “decir las cosas como son”, sin reparar en que no hay una verdad absoluta, ya que las cosas en realidad son como las interpretamos. Por lo tanto, cuando experimentamos problemas en la comunicación, debemos observar cuál es nuestra percepción de la situación y cuál es nuestra motivación inconsciente.
En el ejemplo anterior, podemos imaginar que la persona que le reclama a su pareja de mal modo cree estar enojada porque sale con la bici los fines de semana. Sin embargo, la emoción que siente no es causada por la pareja, nace de proyectar en ella la necesidad de dedicarse tiempo a sí misma.
En el fondo, revive la sensación de abandono que tenía los fines de semana de su infancia cuando su padre se ausentaba.
Si la persona considera que su pareja es la culpable de su malestar interno, se comunicará con la intención de culpar y, por tanto, de castigar. Sin embargo, si comprende que su emoción procede de sus experiencias personales del pasado y que su pareja le da la oportunidad de trascender sus conflictos internos, podrá comunicarse con la única intención de conectar, comprenderse mutuamente y encontrar nuevas soluciones.
Una pregunta clave para evaluar lo que vamos a decir es: ¿para qué queremos decir lo que vamos a decir? Esta autoobservación impulsa el autoconocimiento y mejora nuestro bienestar emocional y físico.
Qué tipo de pensamientos mejoran nuestra comunicación emocional
Así como una semilla define la planta que crecerá, nuestros pensamientos moldean nuestra realidad: influyen en nuestras emociones, dan forma a nuestras palabras y guían nuestras acciones.
Por ejemplo, quien constantemente se dice que “no sirve” para algo, acaba encontrando situaciones que confirman esa creencia, como una profecía autocumplida.
Por eso es esencial revisar cómo pensamos y cómo nos tratamos yendo a la raíz. No es suficiente cuidar nuestro lenguaje interno, debemos comprender e integrar lo que lo ha generado.
Cultiva pensamientos que florezcan en una comunicación auténtica
No podemos mejorar nuestra comunicación con otros sin antes trabajar en nuestro diálogo interno, ya que este se reflejará en nuestra forma de comunicarnos. Los pensamientos que fortalecen nuestra comunicación emocional son aquellos que nos acercan a nuestras propias necesidades.
La comprensión y el respeto hacia nosotros mismos se convierten en tolerancia y respeto en nuestra relación con los demás.
Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:
Enric Corbera ofrece algunas claves para mejorar la comunicación con los demás, partiendo del trabajo de introspección que nos permite mejorar la manera en la que nos comunicamos con nosotros mismos.
En este vídeo, Enric Corbera explica que para poder escuchar al otro tenemos que aprender a escucharnos a nosotros. Para ello, debemos desarrollar una atención flotante y una mente inocente, libre de juicios.
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