La Dra. Marián Rojas Estapé en su libro Cómo hacer que te pasen cosas buenas dice que «no hay biografía sin heridas» y nos recuerda que todo depende de la actitud con la que afrontamos los acontecimientos de nuestra vida. Asegura que la calidad de nuestras relaciones es determinante para nuestra salud hasta el punto que afirma que «la soledad involuntaria mata». La autora mezcla lo científico, lo psicológico y lo humano, para explicarnos la importancia de conocernos a nosotros mismos y plantearnos un propósito de vida para poder crecer.
Nos recuerda que debemos poner atención a nuestros pensamientos porque “nos convertimos en lo que pensamos”. Y, sobretodo nos invita a poner atención a lo que nos dice esa voz que tenemos dentro que va comentando todo lo que nos pasa y a la que obedecemos sin darnos cuenta. Nos propone preguntarnos: “¿Cómo te trata tu propia voz?” y así comprobar cómo nos trata la realidad.
Por su parte Lisa Feldman Barret, catedrática en psicología por la Northeastern University, en su libro La vida secreta del cerebro: cómo se construyen las emociones afirma que no actuamos por estímulo-respuesta sino por predicción-corrección. Continuamente estamos prediciendo cómo nos vamos a sentir en función de nuestra propia historia contada. Es decir, comparamos lo que nos pasa con lo que nos pasó y el resultado de ese balance es la emoción que sentimos. Sin duda, observar las emociones que sentimos desde este punto de vista es un gran recurso para conocernos mejor.
Nos dice que “tenemos un cerebro diseñado para servir a nuestro cuerpo” y que “nuestro cuerpo tiene una serie de necesidades que deben ser continuamente equilibradas para mantenerlas en unos parámetros saludables”. Para plasmar esta necesidad de equilibrio acuña el término “body-budget”, una especie de presupuesto del cuerpo que continuamente estamos tratando de equilibrar cuando nos sentimos bien o mal según nuestro propio juicio.
El tercer libro que recomendamos es Cúrate, de la veterana periodista científica Jo Marchant en el que se hace eco de la polémica que genera la corriente que afirma el diálogo entre el cuerpo y la mente. Se centra en la búsqueda de argumentos científicos que certifiquen que mente y cuerpo se afectan entre ellos. El resultado es un texto cercano y de fácil de comprensión a pesar de estar cargado de citas referenciales.
Desde el mismo principio del libro nos incita a participar: “¿Has notado alguna vez el subidón de adrenalina cuando ha estado a punto de atropellarte un coche? ¿Te has excitado alguna vez con solo oír la voz de tu amante? ¿Te han dado arcadas al ver gusanos serpenteando en la basura? Si es así, entonces es que has experimentado la magnitud con la que el funcionamiento de tu mente es capaz de afectar físicamente a tu cuerpo”. Su investigación nos invita a cuestionarnos la influencia que tienen nuestras emociones en la expresión de nuestra corporalidad y hasta qué punto somos responsables de cuidar nuestro cuerpo a través del cuidado de nuestra mente.
© Enric Corbera Institute.