La clave del cambio: aprender a desaprender

17 agosto 2024

¿Te gustaría cambiar algunas conductas que te perjudican? ¿No logras dejar los hábitos que no te benefician? ¿Sientes que tus estados emocionales te sobrepasan? 

Para poder desarrollar otra forma de pensar, sentir y actuar, debemos aprender a desaprender. Aquí veremos en qué consiste este proceso y qué puedes hacer para conseguirlo.

 

El arte de desaprender

Para aprender es necesario desaprender. Es decir, debemos «vaciar» nuestra mente: identificar y poner en duda las creencias, ideas y conocimientos previos que nos impiden comprender y aceptar nuevas informaciones. 

Por ejemplo, si tenemos un vaso lleno de agua y queremos poner otra debida en él, primero tendremos que vaciarlo. Lo mismo sucede con nuestra mente. 

Si hay partes de nosotros mismos que queremos transformar, primero debemos liberarnos de aquello que nos condiciona. Y eso lo podremos hacer cambiando la forma en que nos vemos a nosotros mismos y al mundo.

 

 

Aprender como mecanismo de adaptación

A lo largo de nuestra vida hemos aprendido muchísimas cosas, tanto en casa como en la escuela y en sociedad. Hemos acumulado información sin filtrarla, sin pararnos a ver y distinguir lo que nos sirve de lo que no, lo que nos hace felices de lo que simplemente nos ayuda a sobrevivir.

Así, llega un momento en que, por las circunstancias que sean, nos encontramos en un punto de inflexión. Es un momento de balance de nuestra propia vida en el que nos cuestionamos ciertos aprendizajes, nuestros hábitos y en qué actuamos por inercia.

Generalmente, esto nos sucede al vivir un evento que nos desestabiliza. Puede ser un cambio de circunstancias (una nueva vivienda, un ascenso laboral), un accidente, una enfermedad o cualquier crisis o experiencia dolorosa. 

 

Cuál es el primer paso

Sabemos que necesitamos nueva información, nuevas fuentes de inspiración. Pero ¿por dónde empezar? 

Si lo que sabemos ya no nos sirve, ¿por qué nos cuesta poner en duda nuestra manera de hacer las cosas? 

El hacernos estas preguntas es el primer paso para la apertura mental y la mirada interior necesarias para que el cambio y el crecimiento sean posibles.

 

 

La duda: piedra angular del cambio de percepción

Cuando nos cuestionamos a nosotros mismos estamos dudando de todo nuestro sistema e incluso de nuestras relaciones. Por eso, el siguiente paso es atrevernos a cuestionar la eficacia de lo que aprendimos y lo que hay detrás de nuestra conducta. 

Esta observación consciente nos permitirá dejar de identificarnos con lo aprendido. Con ello reconocernos, además, que nuestra forma de ver el mundo es tan solo una opción aprendida dentro de un abanico de posibilidades.

 

“La duda modesta es llamada el faro de los sabios”

William Shakespeare

 

Claves para aprender a desaprender

El psiquiatra húngaro Thomas Szasz afirma que “para borrar un pensamiento, se requiere más de valentía que de inteligencia”. Esto confirma que el cambio debe estar acompañado de la voluntad de hacerlo.

Desprendernos de una idea o una creencia que en algún momento fue útil es como soltar un flotador que un día nos ayudó a sobrevivir, pero que con el tiempo, la maduración y el cambio de circunstancias, ya no necesitamos más.

Aun así, deberemos decidir si quedarnos en la zona de confort o dar el paso de pensar y actuar de otra manera.

 

El aprendizaje nos llena de gratitud

La herencia que hemos recibido de nuestra familia no es buena ni mala, es la que nuestro sistema ha considerado adecuada para asegurar nuestra supervivencia, porque les fue útil en su contexto de vida. Estas experiencias las han transmitido en forma de creencias y valores.

Comprenderlo nos permite transformarla en un recurso valioso para nuestro crecimiento. Allí entonces aparece la gratitud, ya que, sin esa información, no hubiéramos podido dar ese paso.

Cuando tomamos conciencia de la intención positiva de lo que nos enseñaron, dejamos de culpar o juzgar. Y este cambio de percepción nos regala paz interior.

 

 

Resistencia, transformación y agradecimiento. Ejemplo

Supongamos que una persona lleva toda su vida priorizando el trabajo sobre todo lo demás. Un día decide que quiere cambiar su orden de prioridades, viajar más, pasar más tiempo con los suyos, etc. 

Como esto es lo que desea, empieza a actuar según lo que considera está acorde a su decisión y su nueva forma de vida.

Sin embargo, hay una parte que le incomoda, tiene pensamientos llenos de juicio hacia sí misma. Hay facetas muy profundas de su ser que no le permiten disfrutar del cambio o le llevan a volver a ser como antes, sin comprender por qué.

 

Cambiar de conducta no es suficiente para desaprender

Cuando implementamos cambios que solo son conductuales, es como poner una venda en una herida sin haberla curado previamente.

En el ejemplo, es importante entender que su actitud hacia el trabajo no es algo fortuito o voluntario. Para que manifieste esa resistencia e incomodidad, tiene que haber una serie de creencias que adquirió en la infancia

Por eso, para transformar su vida, es preciso que identifique esta información y que comprenda que en su sistema familiar fue útil de algún modo. Este es el origen de su forma de entender el mundo y la razón inconsciente por la que sentía la necesidad de priorizar el trabajo. 

 

Tomar conciencia da un impulso genuino al cambio de conducta

Reconocer por qué actuaba de cierta manera que hoy ya no le sirve, le permitirá dejar de culparse y, poco a poco, desarraigarse de esas creencias para poder transformarlas. A esto llamamos aprender a desaprender.

De hecho, este nuevo sistema de creencias que elegimos algún día también quedará obsoleto. Cuando llegue ese momento debemos estar preparados para soltarlo, agradeciendo todo aquello que nos aportó.

 

desprender, transformación

 

Aprender, desaprender y reaprender

Más que todo lo que creemos saber, lo que promueve nuestro éxito y nuestro bienestar es la flexibilidad con la que somos capaces de abordar las diferentes situaciones que surgen en nuestro camino.

 

La autoindagación: el método más eficaz

Gracias a la información que extraemos al observar sin juicio nuestros conflictos y dificultades, podemos tomar conciencia de cuáles son las creencias que hoy ya no son coherentes con lo que queremos en nuestra vida. 

Solo tenemos la capacidad de transformar lo que conocemos y conocerse uno mismo es la clave para poder decidir quién ser y cómo vivir cada experiencia que la vida nos presenta. 

Recordemos que no hay mayor libertad, que la que nos ofrece nuestra capacidad de volver a elegir.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:

 

Toda transformación conlleva un desaprendizaje que implica reinventarnos y aprender a vivir en la incertidumbre. En este pódcast, Enric Corbera desarrolla este concepto a través de la superación de pérdidas y la transformación de viejas creencias.

 

Tomar conciencia de qué asumimos un día como verdad nos permite desaprender viejos hábitos y creencias. En este video, David Corbera nos invita a cuestionar aquello que creemos que somos para descubrir lo que podemos llegar a ser.

 

 

Si quieres conocer más acerca del método de la Bioneuroemoción y cómo aplicarlo en tu vida para aumentar tu bienestar emocional, síguenos en nuestras redes sociales: YouTube, Instagram, Facebook, Twitter y LinkedIn.

 

Comparte en los comentarios si te ha resultado interesante este artículo y compártelo a quien creas que le puede resultar útil esta información. ¡Gracias por tu interés!

Si te ha gustado, compártelo

Curso de Introducción a la Bioneuroemoción

Comentarios (6)

Escribe tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

© 2021 Enric Corbera Institute.