Abundancia: cómo superar las creencias de escasez con las que nos criamos

07 noviembre 2023

Las ideas que tenemos con respecto a la abundancia las aprendimos de nuestro sistema familiar y de la cultura donde crecimos. Con ellas desplegamos nuestra capacidad de limitar o abrir el flujo natural de la abundancia en nuestra vida.

¿Identificas en qué aspectos de tu vida crees que no tienes lo suficiente? ¿En qué te sientes insatisfecho o dudas acerca de tu valía? 

No gano suficiente dinero”, “Me falta una pareja”, “No tengo amigos, “No soy suficientemente bueno en lo que hago”, “No soy importante”, son algunos ejemplos. 

En este artículo te acompañaremos a descubrir cuáles son las creencias y juicios que respaldan esta percepción de escasez y qué desafíos debemos afrontar para vivir con una mentalidad que favorece la manifestación de la abundancia en nuestra vida.

 

Cosecharás lo que pienses

¿Has notado que cuando calificas una experiencia como mala o buena automáticamente aparece algo dentro de ti que te hace sentir satisfecho/a o insatisfecho/a? Ese juicio es la semilla que sembramos y alimentamos con nuestro diálogo interior. 

Cada persona interpretará una misma situación de manera distinta debido a las creencias que tiene. Muchas veces no somos conscientes de nuestras percepciones ni de cómo condicionan nuestra experiencia de abundancia. 

 

 

El lenguaje de la abundancia: transforma tus pensamientos

¿Con qué pensamientos alimentas tu mente? El lenguaje que usas no solo describe, también genera una realidad. La escasez se alimenta de las quejas, mientras que la abundancia se alimenta de la gratitud.

¿Reconoces en qué momento de tu vida aprendiste a pensar desde la carencia o desde el miedo a perder algo? ¿Qué o quién esperas que cambie para sentirte satisfecho?

 

“Tus creencias se convierten en tus pensamientos, tus pensamientos en palabras, tus palabras en tus actos, tus actos en hábitos, tus hábitos en valores y tus valores en tu destino.”

Gandhi

 

Creencias que nos impiden vivir en abundancia

Todos heredamos información de nuestros familiares acerca de cómo sobrevivir en este mundo. La forma en que salieron adelante, sus logros, dones y virtudes, pero también los motivos por los que fueron juzgados o sufrieron injusticias.

Nuestro inconsciente es como una gran biblioteca que contiene miles de historias sustentadas por creencias familiares y de nuestra cultura. Está la sección de lo que es aceptable para la familia y la de lo que es inadmisible, lo que nunca se permitieron vivir o hacer.

Por ejemplo, una familia de hermanos que tuvieron que trabajar desde pequeños porque perdieron al padre, aprendieron que el dinero que ganaban era para la familia. En la adultez esa información puede manifestarse de diferentes formas: 

Unos hermanos creen que el dinero es para los demás y aunque son exitosos les resulta impensable priorizarse a ellos mismos. Mientras que los otros generan escaso dinero y para subsistir reciben la ayuda de sus parejas, del estado, etc.

Durante la infancia, vamos incorporando frases sobre el dinero que escuchamos de nuestros padres. Estas ideas son tomadas como verdades y funcionan como mandatos que pueden influir en nuestra relación con la abundancia a lo largo de la vida.

Por ejemplo, si un niño escucha repetidamente «El dinero es la raíz de todos los problemas» podría internalizar esta creencia y, en la adultez, enfrentar dificultades para atraer o retener el dinero debido a una mentalidad de escasez.

Identificar y cuestionar estas creencias puede ser un paso fundamental para abrir el camino hacia una mentalidad de abundancia y prosperidad.

 

Ejemplos: estereotipos familiares que nos siguen influenciando

Las ideas que sostenemos de manera inamovible acerca de nuestra abundancia porque creemos que son la única verdad nos limitan. No solo por la creencia en sí, sino por nuestra actitud inflexible.

Por ejemplo, si nuestros padres o abuelos vivieron las carencias de la guerra, podemos vernos impulsados por el temor inconsciente a que siempre nos falte.

Si nos criamos en entornos muy pobres, podemos vivir con la sensación de que tener lo suficiente es inalcanzable o que solo le sucede a otros.

Si no era bien visto que las mujeres de la familia generen dinero, hoy nos cuesta ser emprendedoras o llevar un hogar sin el sustento económico de un hombre.

Si nacimos en una familia adinerada, pero eso implicaba que mamá o papá esten física y emocionalmente ausentes, en nuestra profesión podemos priorizar recibir reconocimientos a ganar dinero, porque a este último lo relacionamos con el abandono que sentimos en la infancia.

 

 

Ejemplos: frases que marcan nuestra vida

La clave para desbloquear la abundancia es cambiar nuestra percepción con respecto a las creencias que sostenemos y abrirnos a las posibilidades infinitas que nos ofrece la vida. Después de todo, una creencia es simplemente una opción, no una verdad absoluta. 

Observa cómo te sientes ante las siguientes afirmaciones:

“Para ser alguien en la vida tienes que estudiar y tener un título”. Tu vales por ti mismo, tu valor no depende de lo sabes o tienes.

“Para que te vaya bien en la vida obedece a tus padres, ellos saben lo que es mejor para ti”. Entonces, si eliges una profesión o una relación que no es aprobada por ellos, inconscientemente te boicoteas buscando obedecerles. 

Puedes elegir por ti mismo. Una manera de honrar a los padres es atrevernos a hacer lo que ellos no pudieron.

“El dinero no cae del cielo, tienes que sacrificarte trabajando”. Cuando amas lo que haces, no te sacrificas. El sacrificio implica hacer algo por obligación.

“Tienes que ahorrar porque nunca se sabe lo que puede pasar en el futuro”. Puedes ahorrar sintiendo gratitud por todo lo que tienes y experimentas en tu vida, en lugar de hacerlo por miedo a no tener lo suficiente.

 

 

Reproducimos patrones familiares para trascender, no para sufrir

Estamos unidos por lazos muy profundos con nuestra familia. De manera inconsciente, cada integrante busca mantener el equilibrio del sistema familiar incluso cuando eso no contemple lo que realmente se desea. Es ahí donde surgen los problemas. 

Un claro ejemplo son los hijos que, sin darse cuenta, no se permiten diferenciarse de la familia, ganar más dinero o ser más exitosos que sus padres, porque muy en el fondo lo consideran una traición. Esa culpa no les permite expandirse en libertad. 

Otro caso, hombres o mujeres que no ganan dinero porque mantienen la información de que algún familiar perdía en apuestas lo que ganaba. Entonces, antes de que alguien en la familia reviva el dolor de esas experiencias, de forma inconsciente dejan de generar dinero para no perderlo y evitar ese sufrimiento. 

 

El desafío de transformarnos y elegir con libertad

Tomar conciencia de los dramas familiares sin condenarlos nos permite comprender que con lo que han vivido nos han regalado una gran lección. Gracias a los recursos que nos han dejado hoy nosotros podemos realizar cambios y actuar de forma más flexible.

Al final de cuentas, cómo afrontamos un acontecimiento y quiénes decidimos ser ante él es más importante que las experiencias que hemos vivido nosotros y nuestros ancestros. Con nuestra actitud y decisiones, determinamos si seremos un canal para la abundancia en nuestras vidas.

Cuando tomamos conciencia de que los verdaderos condicionamientos para experimentar la abundancia están en nosotros mismos, estamos ante el reto de transformarnos y volver a elegir con mayor libertad quienes queremos ser a cada instante.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:

 

 

En este podcast Enric Corbera nos invita a reflexionar acerca de las creencias que nos limitan. ¿Reconoces qué pensamientos limitan tu abundancia?

 

En este video Enric nos invita a reflexionar acerca de la creencia principal que roba nuestra libertad emocional. ¿Cuál es la creencia que más te limita actualmente?

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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© 2021 Enric Corbera Institute.

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