En este artículo veremos cómo la hipnosis, entre otros recursos, puede ayudar a comprender y superar todo conflicto que queda en nuestro inconsciente y que, tarde o temprano, se manifestará de algún modo, aun cuando creamos que desaparecerá si lo ignoramos.
Esto se debe a que somos una unidad indivisible, por lo que la emoción que buscamos tapar se podrá expresar, por ejemplo, en forma de síntoma físico, como un problema de salud mental, o simplemente a través del malestar emocional o la insatisfacción.
Entender y manejar nuestras emociones es clave para mantener nuestro bienestar emocional y físico. En esta conferencia, Enric Corbera presenta diferentes herramientas orientadas a descubrir de dónde proceden nuestros bloqueos para poder recuperar la libertad emocional.
En este vídeo, Enric Corbera responde a diferentes cuestiones relacionadas con nuestra manera de experimentar, expresar y manejar diferentes emociones, como la tristeza, la rabia y el miedo.
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El ser humano es un todo integrado, holístico. Sin embargo, a menudo sufrimos una falta de equilibrio entre la mente, las emociones y el cuerpo, y somatizamos lo que voluntaria o involuntariamente intentamos ocultar.
Para recuperar este equilibrio es preciso que aprendamos a expresarnos, a relacionarnos abiertamente con nuestro entorno y a dejar de guardarnos las cosas para nosotros mismos.
Procrastinar significa dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Si lo llevamos al ámbito emocional, lo podemos entender como esa falta de compromiso con nuestras emociones, el miedo a enfrentar los conflictos, el evitar hacernos cargo de nuestro propio bienestar.
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A veces preferimos quedarnos en esa zona de confort que, aunque no sea placentera, nos mantiene en el ámbito de lo que conocemos y a lo que estamos acostumbrados. Incluye nuestros patrones de pensamiento, sentimientos y comportamientos, sean beneficiosos o no.
“Hay tres monstruos que no nos permiten avanzar: «tengo que hacerlo bien», «tienes que tratarme bien», y «el mundo debe ser fácil».”
Ir dejando para mañana el encarar las dificultades, esperando quizás que las cosas se solucionen solas, no significa que no nos estén influyendo.
Esta curiosa afección mental se agrupa bajo el trastorno de la histeria y se manifiesta mediante ceguera, parálisis u otros síntomas del sistema nervioso, pero sin base biológica. Esto significa que las pruebas de diagnóstico no muestran cambios fisiológicos que se puedan abordar con protocolos establecidos.
Según explica el neurólogo catalán Alexandre Gironell, este cuadro tiene una base relacional:
“Deriva de la necesidad de comunicarnos y cada día existe más gente solitaria. La causa es un conflicto profundo que no ha sido expresado, ni verbalmente ni en relaciones interpersonales con su entorno… ¡y el cuerpo lo expresa! Porque una emoción aflora siempre, ¡siempre!, tarde o temprano, de un modo u otro”.
Lo insólito es que, si bien son síntomas involuntarios –el paciente no los finge-, estos se presentan sólo cuando está con otras personas, agrega el Dr. Gironell.
“Hay pacientes que manifiestan síntomas físicos porque lo han visto en otros sin haberlo decidido. El inconsciente impone una discapacitante disfunción somática que burla la biología y el consciente”.
“Tu cuerpo te está diciendo que algo no va bien dentro de ti y que no lo estás viendo”.
La hipnosis es un estado de profunda relajación de la mente en el cual la persona no pierde la conciencia y colabora, ya que está predispuesta a la utilización de este método.
En su consulta, el Dr. Gironell aborda el trastorno conversivo con hipnosis clínica, mediante la cual aumenta la capacidad de sugestión del paciente. Esto le permite procesar mensajes metafóricos que el inconsciente entiende.
“Es el lenguaje del inconsciente. Una vez localizado el conflicto, lo metaforizamos en un relato, un cuento… y acto seguido metaforizamos también su resolución”.
“Lo que es más fácil de ver a menudo se pasa por alto”
De este modo, la persona puede acceder a su inconsciente y reconocer sus estados emocionales. Esto le permitirá expresarlos de una manera adaptativa que favorezca su bienestar e impulse su crecimiento personal.
Desde la Bioneuroemoción consideramos que las emociones nos hacen vivir experiencias que unen el pasado, el presente y el futuro.
Para que podamos cambiar esta causa-efecto, es necesario cambiar la percepción y, en consecuencia, las emociones con relación a algo que creemos que nos ocurrió en el pasado y que se manifiesta en el presente.
Para lograrlo, una de las técnicas utilizadas en consulta es la Hipnosis Ericksoniana, un método sencillo desarrollado por el psiquiatra Milton H. Erickson.
El objetivo de utilizar la hipnosis es “generar un estado de focalización de la atención consciente con una disociación momentánea que permite acceder a habilidades inconscientes, aunque éstas sean consideradas habitualmente inaccesibles”.
Se trata de una metodología óptima ya que permite alcanzar el estado de relajación necesario para poder cambiar la percepción de una situación y así lograr gestionarla de otra manera.
Durante una sesión de hipnosis la persona no pierde su voluntad, pero está abierta a recibir información que le permita realizar cambios que son difíciles de conseguir en estado consciente.
Para dejar que nuestras emociones expresen a nuestro inconsciente de manera saludable es necesario desaprender viejas formas, tanto de pensar como de actuar, y uno de los caminos más directos es cambiar nuestra percepción de los hechos.
Liberar la conciencia de posiciones fijas e inamovibles y que puedan ocurrir nuevos aprendizajes requiere de deseo, valentía y acción.
Las emociones son nuestras aliadas. Comprenderlas y abrazarlas puede ser un un estimulante camino de evolución y crecimiento.
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© Enric Corbera Institute.