¿Sabías que heredamos memorias? Diversos estudios científicos confirman que ellas inciden en la manera en que nos comportamos, en nuestros patrones de respuesta al estrés y en la forma en que se manifiesta nuestra biología.
La ciencia también demostró que nuestras vivencias no solo nos afectan a nosotros, sino que pueden marcar a futuras generaciones. Pero, ¿qué hacemos con este legado?
Ir descubriendo nuestras herencias emocionales es lo que nos permite transformarlas. ¿Cómo podemos romper con los patrones perjudiciales y reescribir el libro de lo que heredamos?
Te invitamos a explorar cómo el autoconocimiento y la reflexión pueden ser las claves para cambiar tu historia y la de los que vendrán.
Los investigadores del Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento de la Emory School of Medicine de Atlanta, Brian G. Dias y Kerry J. Ressler, publicaron en la reconocida revista Nature Neuroscience, el artículo “La experiencia olfativa de los padres influye en el comportamiento y la estructura neuronal en las generaciones posteriores”.
Allí, un estudio reveló que eventos traumáticos pueden afectar el ADN de los espermatozoides y transmitir cambios a generaciones futuras. Entrenaron ratones para temer un olor específico y descubrieron que sus crías y nietos heredaban esta aversión, a pesar de no haber estado expuestos al aroma.
Estos hallazgos refuerzan la idea de una «herencia epigenética transgeneracional», donde el ambiente influye en la genética y afecta a descendientes. Estos expertos consideran que esto es clave para comprender problemas como fobias, ansiedad y trastornos metabólicos.
“Nuestros hallazgos proporcionan un marco para abordar cómo la información ambiental puede ser heredada transgeneracionalmente a niveles conductuales, neuroanatómicos y epigenéticos.”
Brian G. Dias y Kerry J. Ressler
Los investigadores detectaron, además, que esta memoria traumática también generó cambios en la estructura cerebral de las generaciones siguientes.
“Las experiencias de un padre, incluso antes de concebir, influyen marcadamente tanto en la estructura como en la función en el sistema nervioso de generaciones posteriores”, explican.
El Dr. Dias afirma que “no hay duda de que lo que sucede con el esperma y el óvulo afectará a generaciones posteriores”.
Por su parte, el profesor Marcus Pembrey, del University College de Londres, subraya que estos hallazgos proporcionan una “evidencia convincente” de que una forma de memoria podría pasar entre generaciones.
En esa línea, insta a los investigadores de la salud pública a “que se tomen en serio las respuestas transgeneracionales humanas”. Considera que “no vamos a entender el aumento de trastornos neuropsiquiátricos o la obesidad, la diabetes y las alteraciones metabólicas en general, sin considerar el enfoque multigeneracional”.
La información que contiene nuestra historia familiar es un patrimonio personal que no podemos obviar.
Conocer experiencias de nuestros antepasados y, sobre todo, cómo las vivieron, nos permite comprender nuestra forma de atravesar experiencias similares.
“¿Qué somos nosotros, qué es nuestro carácter, sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros disposiciones prenatales? Sin duda, no pensamos más que con una pequeña parte de nuestro pasado; pero es con nuestro pasado, todo entero, incluida nuestra curvatura de alma original, como deseamos, queremos, actuamos.”
Henri Bergson
La autoindagación es crucial para conocer cómo se expresan nuestras herencias emocionales en nuestra propia vida. Al hacernos las siguientes preguntas, podemos descubrir el origen de ciertos comportamientos y abrir el camino hacia un cambio consciente.
Es fundamental reconocer el vínculo de las experiencias pasadas y las historias familiares con nuestra vida actual para liberar bloqueos emocionales. Así, podremos tomar decisiones más conscientes y alineadas con el bienestar personal.
Cuando somos conscientes de los patrones que heredamos de nuestros padres o antepasados, comenzamos a entender hasta qué punto impactan en nuestra vida.
Esto nos permite desenredar nudos internos y liberarnos de esos ciclos automáticos que nos limitan.
Al explorar nuestras memorias heredadas, podemos reinterpretarlas, comprender su origen y darles un nuevo significado, reescribiendo la historia que nos contamos.
Y al tomar el control de nuestra propia narrativa, liberamos nuestra vida de bloqueos emocionales, al tiempo que cambiamos el rumbo de las generaciones venideras.
No se trata solo de comprender lo que hemos heredado, sino de elegir de manera consciente cómo queremos vivir.
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La programación invisible que heredamos del clan nos condiciona constantemente. El reto es tomar conciencia de que todas las situaciones son la expresión de una información inconsciente que nos invita a evolucionar.
Todos nacemos con una información en nuestro inconsciente que nos hace vivir ciertas experiencias. Es imprescindible tomar conciencia de ella para que deje de condicionar nuestra manera de interpretar la realidad y que podamos cambiar la percepción de lo que nos pasa.
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