¿Te identificas con la voz que narra tus pensamientos? ¿tus pensamientos son fruto de tí o eres fruto de tus pensamientos? ¿Qué diferencia hay entre la mente y el pensamiento?
En este artículo te explicamos en qué se diferencian y de qué forma podemos identificarlos para dejar de identificarnos con lo que “creemos que somos” y explorar todo aquello que somos en realidad.
¿Sabes qué significa tomar conciencia?
En este podcast de Enric Más Cerca “Diálogos para la toma de conciencia” se plantea una guía para realizar un proceso interno de auto-indagación a través de una serie de preguntas reflexivas planteadas por Enric Corbera.
Con el paso del tiempo hemos acabado confundiendo la sabiduría con la acumulación de datos, la cultura como una excusa para destacar egoicamente y la maestría como el simple perfeccionamiento de cualquier hábito. Situamos la figura del sabio como inalcanzable e idealizamos sus capacidades como algo ajeno o utópico.
En esta conferencia, Enric Corbera nos explica que la sabiduría es una faceta que podemos desarrollar todos y cada uno de nosotros.
– «Si sólo conocemos nuestra propia mente ¿cómo podemos separarla de nuestros pensamientos?» – David Bohm
– “No puedes llamarla tu mente. Tienes solo un cerebro que está condicionado.” – Jiddu Krishnamurti.
-“Siento que todo lo que me sucede por dentro es mío y es muy distinto de lo que está pasando en el interior de otra persona” – D. Bohm
– “No, dudo que sea diferente lo que sucede dentro de mí como ser humano y en usted como otro ser humano. Ambos pasamos por toda clase de problemas, sufrimiento, miedo, ansiedad, soledad…”. – J. Krishnamurti
Este diálogo es un fragmento de la conversación que mantienen Jiddu Krishnamurti (India, 1895 – EEUU, 1986) escritor y orador en materia filosófica y espiritual y estudioso de la naturaleza de la mente y David Bohm (EEUU, 1917 – Reino Unido, 1992), físico teórico reconocido por sus estudios en física cuántica y también por su interés en explorar la naturaleza de los pensamientos y la inteligencia. Ambos se conocieron a principios de la década de los 60 y dejaron un legado de conversaciones que supusieron un regalo para el mundo.
Ambos reflexionaban acerca de un pensamiento original que nos hace creer que estamos todos separados.
La mente es una, aunque creamos estar separados “porque mi cuerpo es distinto del tuyo, porque mi cara es distinta a la tuya” dice Krishnamurti.
Esta creencia fundamental gobierna nuestras vidas, pensamos que lo sucede fuera no tiene nada que ver nosotros. Y si pensamos que la fuerza de todo lo que sucede fuera no tiene nada que ver con nosotros nos puede destruir, entonces sentimos miedo. Y el miedo se retroalimenta a sí mismo.
Según David Bohm, la afirmación “la mente es una ilusión” no es tan obvia “cuando una persona la considera por primera vez”. Sabemos que esta ilusión vive en los límites, en las estrecheces, en el arriba y el abajo, en las dimensiones. Una mente no dual no puede imaginarse el no-límite.
Es algo que el SER expresa en esta partícula de conciencia, que se libera cuando deja de juzgar y de aferrarse a sus valores como si fueran algo real. Es una gracia, abrir los ojos, el cénit del buscador espiritual que al fin comprende que no hay nada que buscar, simplemente trascender la dualidad.
Para ello deja de juzgarla, que es lo mismo que no reforzarla, dándole un sentido que no es real. Es pura ilusión. Al alejarnos de la mente podemos centrarnos en lo fundamental y, sencillamente, observar nuestros condicionamientos.
Krishnamurti afirma que hay una mente universal que “vive en el espacio y en el silencio”. Y sigue: “Esta mente puede ser percibida por el cerebro a través de la meditación”. Para ello “no hace falta presuponer a un meditador meditando” puesto que la meditación, sencillamente, “tiene lugar cuando el cerebro está quieto”.
En otras palabras, si aprendiéramos a dejar de obedecer a nuestros pensamientos tendríamos la opción de conectar con la mente universal que es pluripotencial. Pero vivimos concentrados en lo que nos dice aquello que consideramos nuestra mente, y eso justamente está lleno de creencias, de valores, de aprendizajes, de herencia. Muchos de nosotros cuando queremos dejar de escuchar nuestros propios pensamientos meditamos, buscamos un mantra, hacemos deporte o nos vamos a un retiro.
Krishnamurti nos dice que el silencio es el espacio de la mente universal. Se refiere al silencio de pensamientos. Y, podemos acceder a ese silencio en el día a día, en nuestra vida cotidiana, sin necesidad de realizar ninguna actividad específica.
«Cuando estás inmerso en tus pensamientos, vives como en una película, pero no estás en tu vida«
Laurent Gounelle
En Bioneuroemoción este estado se corresponde con lo que llamamos trascender la mente dual, es el primer paso para reconectar con nuestra verdadera naturaleza y ser dueños en lugar de presos de nuestra mente.
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© Enric Corbera Institute.
Me ha parecido muy interesante.