Descubre cómo aprender a desaprender

09 febrero 2023

¿Te gustaría cambiar algunas conductas que te perjudican? ¿No logras dejar los hábitos que no te benefician? ¿Sientes que tus estados emocionales te sobrepasan? 

Para  poder desarrollar otra forma de pensar, sentir y actuar, primero debemos aprender a desaprender. En el siguiente artículo te explicamos en qué consiste este proceso y qué puedes hacer para conseguirlo.

 

Toda transformación conlleva un desaprendizaje, que implica reinventarnos y aprender a vivir en la incertidumbre. En este podcast Enric Corbera desarrolla este concepto a través de la superación de pérdidas y la transformación de viejas creencias.

 

Tomar conciencia de qué partes de nosotros mismos hemos elegido y cuáles asumimos un día como verdad, nos permite desaprender viejos hábitos y creencias. En este video, David Corbera nos invita a cuestionar aquello que creemos que somos para descubrir lo que podemos llegar a ser.

 

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Liberarnos de aquello que nos condiciona

El arte de desaprender

Para aprender es necesario desaprender. Es decir, debemos «vaciar» nuestra mente: identificar y poner en duda las creencias, ideas y conocimientos previos que nos impiden comprender y aceptar nuevas informaciones. 

Por ejemplo, si tenemos un vaso lleno de agua y queremos poner otra debida en él, primero tendremos que vaciarlo. Lo mismo sucede con nuestra mente. 

Si hay partes de nosotros mismos que queremos transformar, primero debemos liberarnos de aquello que nos condiciona. Y eso lo podremos hacer cambiando la forma en que nos vemos y vemos el mundo.

Desaprender como mecanismo de adaptación

A lo largo de nuestra vida hemos aprendido muchísimas cosas, tanto en casa como en la escuela y en la sociedad. Hemos acumulado información sin filtrarla. Sin pararnos a distinguir lo que nos sirve de lo que no nos sirve, lo que nos hace felices de lo que simplemente nos ayuda a sobrevivir.

Así, llega un momento en que, por las circunstancias que sean, nos encontramos en un punto de inflexión. En un momento de balance de nuestra propia vida en el que nos cuestionamos ciertos aprendizajes, nuestros hábitos y muchas inercias. 

Generalmente, esto nos sucede al vivir un evento que nos desestabiliza, como un cambio de circunstancias (nueva vivienda, un ascenso en el trabajo, etc.), un accidente, una enfermedad, y cualquier crisis o experiencia dolorosa. 

Sabemos que necesitamos nueva información, nuevas fuentes de inspiración, pero ¿Por dónde empezar? Si lo que sabemos ya no nos sirve, ¿por qué nos cuesta tanto poner en duda nuestra manera de hacer las cosas? 

El simple hecho de hacernos estas preguntas nos lleva a una apertura mental y una mirada interior necesarias para que el cambio y el crecimiento sean posibles.

 

La duda como piedra angular del conocimiento

Cuando nos cuestionamos a nivel personal estamos dudando de todo nuestro sistema e incluso de nuestras relaciones. Dejar de identificarnos con lo aprendido, cuestionar su eficacia y preguntarnos qué hay detrás de nuestra conducta es el primer paso para integrar nueva información.

 

“La duda modesta es llamada el faro de los sabios”.

William Shakespeare

 

Por ejemplo, imaginemos por un momento que escribimos palabras nuevas encima de páginas que ya están escritas. En lugar de un nuevo texto, tendremos una serie de garabatos ilegibles y confusos que, lejos de ser una nueva información, nos impedirán la comprensión y la lectura.

Por ello es fundamental tener en cuenta que, incluso más importante que aprender algo nuevo, es entender que nuestra forma de ver el mundo es tan solo una opción aprendida, de un abanico de posibilidades.

 

Claves para aprender a desaprender

La gratitud es un puente al aprendizaje

El psiquiatra húngaro Thomas Szasz, afirma que “para borrar un pensamiento, se requiere más de valentía que de inteligencia”

Desprendernos de una idea o una creencia que en algún momento fue útil, es como soltar un flotador de agua que un día nos ayudó a sobrevivir, pero que con el tiempo, la maduración y, sobre todo, debido al cambio de circunstancias, ya no necesitamos más.

La herencia que hemos recibido de nuestra familia, no es ni buena ni mala, es la que nuestro sistema ha considerado adecuada para asegurar nuestra supervivencia, porque les fue útil en su contexto de vida. Estas experiencias las han transmitido en forma de creencias y valores.

Comprenderlo nos permite agradecer la información recibida y transformarla en un recurso valioso para nuestro crecimiento

 

Cuando tomamos conciencia de la intención positiva de lo que nos enseñaron, dejamos de culpar o juzgar y este cambio de percepción nos regala paz interior.

 

Resistencia, transformación y agradecimiento

Ejemplo de desaprender

Supongamos que una persona lleva toda su vida priorizando el trabajo a todo lo demás. Un día decide que quiere cambiar su orden de prioridades, viajar más, pasar más tiempo con los suyos, etc. 

Como esto es lo que desea, empieza a actuar en consecuencia con lo que considera es acorde a su decisión y su nueva forma de vida.

Sin embargo, hay una parte que le incomoda, tiene pensamientos llenos de juicio hacia sí misma. Hay facetas muy profundas de su ser que no le permiten  disfrutar del cambio o le llevan a volver a ser como antes, sin comprender por qué.

Y este es el motivo: cuando ejercemos cambios únicamente conductuales, es como poner una venda en una herida sin haberla curado previamente. En este supuesto es importante entender que su actitud hacia el trabajo no es algo fortuito o voluntario.

 

“En tiempos de cambio, quienes estén abiertos al aprendizaje se adueñarán del futuro, mientras que aquellos que creen saberlo todo estarán bien equipados para un mundo que ya no existe”.

Eric Hoffer

 

Para que manifieste esa resistencia e incomodidad, tiene que haber una serie de creencias que adquirió en la infancia

Por eso, para transformar su vida es preciso que identifique esta información y que comprenda que en su sistema familiar fue útil de algún modo. Este es  el origen de su forma de entender el mundo y la razón inconsciente por la que sentía la necesidad de priorizar el trabajo. 

Tomar conciencia le permitirá dejar de culparse y, poco a poco, desarraigarse de esas creencias para poder transformarlas. A esto llamamos aprender a desaprender.

 

De hecho, este nuevo sistema de creencias que elegimos, algún día también quedará obsoleto. Y debemos estar preparados para soltarlo cuando llegue ese momento, agradeciendo todo aquello que nos aportó.

 

Aprender, desaprender y reaprender 

Más que todo lo que sabemos, lo que define nuestro éxito y promueve nuestro bienestar es la flexibilidad con la que somos capaces de abordar las diferentes situaciones que surgen en nuestro camino.

En este sentido la Bioneuroemoción propone aprender a desaprender a través de la autoindagación

Gracias a la información que extraemos al observar sin juicio nuestras relaciones y circunstancias, podemos tomar conciencia de cuáles son las creencias que hoy ya no son coherentes con lo que queremos en nuestra vida. 

Solo tenemos la capacidad de transformar lo que conocemos, y conocerse uno mismo es la clave para poder decidir quién ser y cómo vivir cada experiencia que la vida nos presenta. 

Recordemos que no hay mayor libertad, que la que nos ofrece nuestra capacidad de volver a elegir.

 

 

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© 2021 Enric Corbera Institute.

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