Autoindagación: lo que descubro de mí cuando dejo de mirar afuera

09 agosto 2025

¿Alguna vez te has detenido a observar qué hay detrás de lo que sientes? ¿Te desafías a reconocer qué pensamientos, creencias o memorias se activan cuando algo te molesta, te frustra o te conmueve profundamente?

En esos momentos, cuando nos abrimos a mirar hacia adentro en lugar de reaccionar hacia afuera, comienza el proceso de autoindagación. Es una invitación a dejar de vivir en piloto automático.

 

Qué es la autoindagación

Es el arte de mirar hacia adentro con honestidad y curiosidad. Es cuestionar lo que pensamos, sentimos y creemos para descubrir qué hay debajo de nuestras reacciones, emociones y decisiones.

Implica desafiar nuestra percepción y nuestras “verdades” para acceder a otros puntos de vista, a otras formas de ver y experimentar lo que nos sucede.

 

Cada conflicto es una oportunidad para conocernos más profundamente

La autoindagación es un proceso que nos invita a ver que lo que ocurre afuera muchas veces refleja lo que está sin resolver dentro.

Más que una técnica, es una forma de relacionarnos con lo que nos pasa: con atención, con honestidad, y sobre todo, con voluntad de comprendernos. Y es a partir de esta mirada hacia nuestro mundo interno que se abren nuevas posibilidades de transformación.

Por ejemplo, una persona se siente ignorada porque su pareja no le contesta un mensaje. En lugar de reaccionar con enojo o ansiedad, puede preguntarse:

¿Qué parte de mí se siente herida con este silencio?

¿Me recuerda a algo del pasado?

 

autoindagación, sara

 

Primer paso: asumir que mi experiencia es mía y dejar de responsabilizar a los demás

Tendemos a pensar que los demás nos hacen sentir bien o mal, pero en realidad nuestras emociones tienen más que ver con nuestras interpretaciones que con los hechos.

Asumir esto no significa culparse, sino recuperar el poder personal.

Por ejemplo, en lugar de decir “me hiciste enojar”, puedo observar “me sentí enojado cuando escuché eso.

Y preguntarme ¿por qué me afecta tanto?

 

De la dualidad a la integración

Girar el foco hacia nosotros mismos, comprendiendo que todo lo que percibimos tiene que ver con nuestro estado interno, implica pasar de un enfoque dual a uno advaita (no dos).

Al dejar de dividir el mundo entre culpables y víctimas, correctos y equivocados, empezamos a percibir los hechos desde otro lugar. En lugar de reaccionar impulsivamente, podemos responder con conciencia.

 

«No vemos las cosas tal como son, las vemos tal como somos.»

Anaïs Nin

 

Mirar nuestras raíces: lo personal, lo familiar, lo colectivo

Tu historia no empieza contigo. La autoindagación trasciende lo individual para explorar cómo nuestra identidad se teje con la historia inconsciente del sistema familiar.

Mucho de lo que vivimos hoy se conecta con historias no resueltas en nuestro árbol genealógico. Cargas emocionales, miedos o patrones repetidos no son casuales: son mensajes que la vida nos pone delante para tomar conciencia.

Por ejemplo, alguien que repite vínculos en los que se siente rechazado puede descubrir que su abuela fue rechazada por su familia por una decisión que desafió las normas sociales de su época.

 

Empezar a observar sin juzgar: el yo pensante y el yo observador

Autoindagarse es como bucear por dentro de nuestra mente y de nuestras emociones.

En nuestro interior conviven dos partes: una que piensa, evalúa y reacciona; y otra que observa en silencio. El «yo pensante» es esa voz que escuchamos dentro de nosotros, que juzga y opina, y está muy relacionada con el ego.

En tanto, el «yo observador» es quien escucha y observa esa voz. Al fortalecer al observador, dejamos de identificarnos con nuestras emociones o pensamientos.

Por ejemplo, decir «estoy sintiendo celos», no es lo mismo que «soy una persona celosa». La primera frase da espacio a una comprensión, la segunda congela una identidad.

 

autoindagación, david

 

La sombra que evitamos: lo que duele señala lo que no queremos ver

Aquello que más nos molesta de los demás muchas veces tiene que ver con aspectos nuestros que hemos rechazado. La autoindagación nos ayuda a traer esa sombra a la luz y reconciliarnos con ella.

Por ejemplo, si me irrita que alguien sea egoísta, puedo preguntarme: “¿En qué momentos yo también me pongo primero, pero me juzgo negativamente?”

 

Método en 4 pasos para autoindagarse con eficacia

  1. Observar el conflicto
    Identifica una situación que te genera malestar emocional o físico.
  2. Sentir la emoción sin juzgarla
    Ponle nombre: tristeza, rabia, miedo, vergüenza, etc. ¿Dónde la sientes en el cuerpo?
  3. Explorar la creencia o pensamiento detrás
    Pregúntate: “¿Qué interpretación estoy haciendo?”, “¿Qué historia me estoy contando sobre esto?”
  4. Buscar el origen
    ¿Te recuerda a algo de tu infancia? ¿Lo viste en tus padres o abuelos? ¿Es un patrón recurrente?

Este método no busca respuestas definitivas, sino abrir puertas. Con práctica, desarrollamos una mirada más compasiva y lúcida.

 

Autoindagación: una práctica de salud emocional

Si convertimos la autoindagación en un hábito, podemos transformar el modo en que habitamos nuestra vida.

Nos ayuda a ver los conflictos como señales, no como castigos. Podremos responder, no reaccionar.

Nos invita a vivir desde la conciencia, no desde la repetición.

 

Así, cada vez que algo nos afecta, podemos preguntarnos:

¿Qué está activando en mí?

¿Qué necesita ser escuchado o comprendido?

 

«La mirada interior es el camino hacia la libertad.»

Deepak Chopra

 

La vida no se cambia desde fuera, se comprende desde dentro

Autoindagarse no es resolver problemas, es comprender el sentido que tienen para nosotros.

No se trata de dejar de sentir, sino de empezar a escuchar lo que sentimos con una mirada más abierta y compasiva. No se trata de cambiar lo que somos, sino de comprendernos mejor a nosotros mismos. 

Y ese viaje empieza en un solo gesto: atrevernos a mirar hacia adentro.

 

Las circunstancias nos hablan todo el tiempo… si aprendemos a escucharlas

Cada emoción, cada conflicto, cada repetición es un mensaje. Y cuando nos animamos a preguntarnos “¿Qué me está mostrando esto de mí?”, dejamos de luchar con lo que sucede y empezamos a descubrirnos.

Porque la verdadera transformación no ocurre cuando cambiamos lo que pasa, sino cuando cambiamos la manera en que lo vivimos.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:

 

Tomar conciencia quiere decir ser capaz de ver aquello que estaba oculto de nuestra información. El hábito de autoindagación permite desarrollar esta capacidad y lo explica en este video, Enric Corbera, a través de ejemplos prácticos.

 

Enric y David Corbera explican en qué consiste el proceso de autoindagación, qué implicaciones tiene en la vida cotidiana y cómo podemos aplicarlo para comenzar a ser creadores y protagonistas de nuestra propia vida.

 

 

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