Doñajuana y donjuán: dos perfiles de la infidelidad y de la huida del compromiso

23 agosto 2025

La infidelidad y la falta de compromiso no son solo transgresiones de un acuerdo entre dos personas. Pueden entenderse como la expresión de heridas emocionales no resueltas, de fidelidades invisibles y de aprendizajes tempranos que siguen condicionando nuestra manera de vincularnos.

En este contexto, las figuras de la doñajuana y el donjuán encarnan dos formas distintas de huida ante un mismo miedo: el de entregarse plenamente al amor. Mientras ella corre tras la intensidad de lo nuevo, él se refugia en la conquista interminable.

Ambos parecen buscar libertad, aunque en realidad estén presos de su compulsión. ¿Cómo afrontarlos para construir una relación consciente? 

 

Paralelismo entre el donjuán y la doñajuana

Estos personajes parecen tener comportamientos opuestos, sin embargo, bajo la superficie comparten raíces emocionales semejantes. Revisemos algunas de ellas:

 

Relación con el impulso y la libertad

La doñajuana vive como si cada deseo fuera un mandato irrenunciable: persigue emociones intensas y experiencias arriesgadas para sentirse viva. El donjuán, por su parte, convierte la seducción en un juego sin fin.

En ambos casos, la intensidad del momento sustituye la calma que tanto temen.

 

Elección de pareja y proyección inconsciente

Ella se siente atraída por hombres estables, que le dan la ilusión de un refugio, mientras sigue escapando hacia sus pasiones. Él busca mujeres idealizadas, con la esperanza de reencontrar en ellas a la madre perfecta de su infancia.

Más que un encuentro auténtico, sus relaciones se convierten en un espejo de carencias no resueltas.

 

Ausencia paterna y vínculo con la madre

Detrás de estas elecciones suele encontrarse una figura paterna ausente o debilitada. 

La doñajuana responde rebelándose contra el modelo materno, y el donjuán queda atrapado en un “complejo materno” que repite en cada vínculo.

 

Culpa, vacío y compulsión

La libertad aparente de ambos desemboca en vacío, culpa y desesperanza. Lo que parecía elección es, en realidad, compulsión, como la del adicto que no sabe cómo detenerse.

 

Miedo a la intimidad y al compromiso

Tanto ella como él temen abrir de verdad el corazón. Para la doñajuana, la intimidad amenaza su libertad; para el donjuán, el compromiso se asocia con la decepción.

Su estrategia común es la huida.

 

 

Raíces emocionales de la falta de compromiso y la infidelidad

Los perfiles de la doñajuana y el donjuán ponen en evidencia dinámicas que se reproducen en diversos tipos de relaciones de pareja. Mediante la autoindagación podremos comprender sus raíces, analicemos algunos escenarios:

 

Apego inseguro: la desconfianza silenciosa

Cuando en la infancia no hubo seguridad afectiva ni la certeza de que el amor estaría disponible, se desarrolla un apego inseguro. Un patrón de desconfianza que en la adultez puede manifestarse como miedo a la permanencia o tendencia a la infidelidad

La persona sigue buscando fuera aquello que nunca logró consolidar dentro: la confianza en la estabilidad del vínculo.

 

Pregúntate:

¿Viví de niño/a la sensación de que el amor podía desaparecer en cualquier momento?

 

No estar en paz con el pasado

Los resentimientos hacia nuestros referentes (padres, abuelos, cuidadores, hermanos mayores, maestros, etc.) o lo que de chicos percibimos como injusticia se reactivan en el presente. Mientras sigamos viendo el pasado como una herida abierta, tenderemos a repetir conflictos en nuestras relaciones actuales.

Encontrar una mirada de reconciliación con la historia personal no significa justificar lo ocurrido, sino liberarse de la repetición inconsciente que alimenta la desconfianza y la distancia afectiva.

 

Pregúntate:

¿Qué traumas, escenas dolorosas, carencias de mi infancia sigo llevando como una cuenta pendiente?

 

 

Rechazo y compensación de los atributos de nuestros padres

Aquellas cualidades de mamá y papá que, en su momento, juzgamos o rechazamos tienden a reaparecer en nuestra propia vida, ya sea porque las reproducimos o porque nos situamos en el extremo opuesto. La pareja suele ser el espacio donde estos mecanismos se ponen en evidencia.

Así, si juzgué la frialdad, puedo convertirme en alguien excesivamente complaciente; si rechacé la autoridad, tal vez caiga en la subordinación.

 

Pregúntate:

¿Qué rasgos de mis padres me cuesta aceptar y cómo los reproduzco en mis relaciones?

El desafío es integrar lo que antes se rechazó para no seguir actuando desde la compensación inconsciente.

 

«Un cobarde es incapaz de mostrar amor; hacerlo está reservado para los valientes.»

Mahatma Gandhi

 

La no integración de los opuestos en la pareja

Si bien parece similar al punto anterior, acá hablamos del movimiento en el interior mismo de la relación: lo que en un principio nos atrae de una persona puede volverse lo que luego rechazamos. 

No se trata de un error del otro, sino de nuestra dificultad para integrar esos opuestos en nosotros mismos. Cuando no lo hacemos, proyectamos en el otro la falta y generamos dinámicas de desencanto que abren la puerta a la distancia y, en algunos casos, a la infidelidad.

La firmeza que al inicio resultaba magnética puede convertirse en la percepción de egoísmo; la sociabilidad, en desinterés por la relación; la cercanía constante, en control.

 

Pregúntate:

¿Qué aspectos de mi pareja me encantaban y ahora me molestan? ¿Soy capaz de reconocerlos como propios?

 

La infidelidad como reflejo del abandono propio

Muchas veces la infidelidad señala el momento en que dejamos de escucharnos en la relación: cuando renunciamos a nuestros deseos o dejamos de lado la propia voz. Nos desconectamos de nosotros mismos y del compromiso que tenemos con nuestra propia realización.

El exceso de concesiones, la renuncia a los propios deseos o el olvido de la propia voz interior crean un vacío que se manifiesta en la búsqueda externa.

 

Pregúntate:

¿En qué aspectos he dejado de ser fiel a mí mismo dentro de mi relación?

 

«El amor es poner a alguien por encima de todo, y a veces, tú también te colocas por encima de todo.»

Película Call Me by Your Name

 

Las resonancias y lealtades familiares como corsé

Las dinámicas de nuestro sistema familiar influyen de manera decisiva en la elección de pareja y el tipo de compromiso. Ellas pueden ser sutiles cadenas que no nos dejan reconocer nuestra singularidad y la de los demás.

A veces nos unimos a personas que reproducen, de forma velada, aspectos de nuestra historia: la distancia afectiva de un padre, la sobreprotección de una madre, o conflictos no resueltos entre ellos.

Al mismo tiempo, pueden existir lealtades invisibles hacia la familia de origen: fidelidades inconscientes que nos llevan a repetir actitudes, resentimientos o patrones que limitan la posibilidad de un encuentro genuino.

 

Pregúntate:

  • ¿Qué similitudes encuentro entre mi pareja actual y mi familia de origen?
  • ¿Qué lealtades familiares sigo honrando que dificultan mi relación de pareja?

 

 

Abrirse a un amor más consciente

Cambiar no significa únicamente dejar atrás una conducta, como la infidelidad o la huida, sino abrirse a una manera distinta de amar: más consciente, más libre y más auténtica. El punto de partida está en reconocer que la raíz del conflicto no está fuera, en la pareja, sino dentro de uno mismo.

Cuando dejamos de buscar culpables y nos hacemos responsables de nuestra historia, comenzamos a transformar nuestro modo de relacionarnos.

 

La fuerza de mirar hacia dentro

La autoindagación no es un ejercicio de culpa, sino de poder personal. Comprender cómo nuestras experiencias pasadas influyen en el presente nos permite dejar de repetirlas como un guion inevitable.

Así, reconciliarnos con lo vivido se convierte en un acto de libertad: ya no se trata de justificarnos, sino de elegir de manera consciente cómo queremos amar hoy.

 

De la huida a la permanencia

La verdadera libertad no reside en escapar, sino en atreverse a permanecer. La intimidad puede provocar vértigo, pero también ofrece la posibilidad de crecer, de abrirse a un amor que amplía en lugar de limitar.

La doñajuana y el donjuán muestran, cada uno a su manera, que la huida nunca calma el vacío; solo la permanencia permite construir la plenitud que tanto anhelamos.

 

Amar como elección consciente

Conectarse con uno mismo y quedarse es amar. No significa resignación, sino la decisión de atravesar la incomodidad que trae consigo el compromiso y descubrir en ella un espacio de expansión personal.

Amar conscientemente es dejar de perseguir ilusiones para abrazar la experiencia real, imperfecta y, por eso mismo, profundamente humana.

 

 

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de YouTube:

 

En este episodio de Destellos de Sabiduría, David Corbera y Sara Pallares hablan sobre cómo los conflictos en pareja son clave para la evolución personal y cómo la autocrítica juega un papel fundamental.

 

Superar la culpabilidad por haber sido infiel o haber vivido una infidelidad requiere cambiar la manera en la que se percibe lo sucedido y comprender el origen profundo de este comportamiento para poder transformar nuestra forma de relacionarnos.

 

 

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