Eyaculación precoz: cómo impacta el estado emocional en su aparición

14 agosto 2024

La eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina que experimenta un gran número de hombres de todas las edades y culturas en algún momento de su vida. Afecta el desarrollo pleno de la vida sexual y la capacidad de formar vínculos afectivos, por lo que tiene un gran impacto en la calidad de vida del que la padece. 

En este artículo profundizaremos sobre cómo influyen los estados emocionales en la aparición y el curso de este fenómeno. 

 

Qué es la eyaculación precoz

Se trata de una disfunción sexual que refiere a la incapacidad del hombre para controlar el impulso eyaculatorio, alcanzando el orgasmo antes de lo deseado. Esto genera insatisfacción por no poder prolongar el clímax y no cumplir las expectativas propias y/o de la pareja. 

Se considera que es la disfunción sexual más frecuente en el sexo masculino, donde entre el 25 y el 40% de los hombres sufren algún grado de esta disfunción. No obstante, existen grandes discrepancias acerca de la definición científica del síntoma, principalmente en torno a cuál es la duración y la frecuencia para considerarlo “precoz”.

 

«La sexualidad es una parte integral de nuestra vida emocional y la forma en que nos sentimos influye en cómo experimentamos el placer.»

Virginia Satir

 

Tipos de eyaculación precoz

Existen distintos tipos de eyaculación precoz. Poder identificar con precisión la naturaleza de este síntoma permitirá comprender su origen y, así, poder afrontarlo con más recursos.

La primaria ocurre desde el inicio de la vida sexual, mientras que la adquirida se desarrolla después de un momento específico. Puede ser general, ocurriendo siempre, sin importar las circunstancias, o situacional, manifestándose en contextos particulares o con ciertas personas. 

Además, existe una eyaculación precoz «psicológica», donde el individuo tiene un desempeño normal, pero se percibe disfuncional

Para abordar adecuadamente esta disfunción, es crucial acudir a un especialista médico, considerando también las variables emocionales que pueden influir en su manifestación.

 

Las emociones pueden estar en el origen de la eyaculación precoz

La eyaculación precoz se considera generalmente una disfunción multicausal, ya que según el tipo de síntoma estará vinculado a causas biológicas y/o psicológicas. 

Las causas biológicas suelen ser la principal causa de eyaculación precoz primaria. Pueden estar relacionadas con niveles irregulares de hormonas, rasgos hereditarios, y/ o, alteraciones orgánicas y deben ser atendidas por médicos especialistas.

En tanto, sus causas psicológicas generalmente se atribuyen a la disfunción de tipo adquirida. Suelen estar vinculadas a un alto grado de ansiedad que afecta la salud psíquica del individuo (depresión, imagen corporal negativa, etc.) o a un estrés vincular interpersonal (conflicto con pareja, problemas de intimidad emocional, entre otras).

 

 

Un necesario abordaje holístico

La causa de la disfunción puede resultar difícil de determinar por la indefinida línea que existe entre los factores orgánicos y psicológicos, debido a su constante interacción. Para la Psiconeuroendocrinología, la salud sexual es reflejo de la salud física y, a su vez, la salud física está influenciada por la salud emocional. 

Por lo tanto, para poder mejorar el desempeño sexual resulta útil realizar un trabajo de autoindagación para identificar cuál es el desequilibrio emocional que puede estar influyendo en esta respuesta fisiológica.

 

Cuál es la simbología de la eyaculación precoz

El sistema reproductivo humano tiene la función biológica de la reproducción para preservar la especie y el ciclo de la vida. 

En algunas especies animales, la rapidez eyaculatoria es esencial para evitar agresiones de la hembra y, en otras, la brevedad evita lesiones a la pareja. Aunque los seres humanos tenemos un mundo psicológico más complejo que los animales, esta información nos permite apreciar el instinto de adaptabilidad al ambiente de la respuesta biológica.

 

Qué propone el sentido simbólico de la eyaculación precoz

¿Qué es aquello que el hombre percibe como amenazante para provocar esa respuesta fisiológica? En la mayoría de los casos, no se tratará de una amenaza real, sino simbólica y, como tal, un peligro para su equilibrio psíquico debido al estrés que provoca. 

Esta ansiedad influye en su respuesta sexual, afectando su rendimiento y satisfacción en la intimidad. Habitualmente surge como respuesta al miedo o inseguridad, debido a una incongruencia interna entre deseos y acciones, o como ansiedad de desempeño, relacionada con preocupaciones sobre las expectativas del acto sexual. 

Por ejemplo, el hombre se siente inseguro con una persona o una situación del ambiente, o está enojado con su pareja, pero siente culpa y decide no expresarlo.

El desafío de la persona que sufre este síntoma será revisar qué información más o menos inconsciente genera esta reacción emocional, ante la cual su organismo responde desarrollando esta manifestación. Habitualmente, estas reacciones físicas se fundamentan en bloqueos o lealtades familiares que se originaron en la primera etapa de vida del paciente y es allí donde deberá mirar.

 

«La sexualidad no es solo un acto físico, sino una experiencia emocional que se entrelaza con nuestras vivencias y relaciones.»

David Schnarch

 

La singular conexión entre nuestras emociones y síntomas

Cada uno de nosotros elabora su presente y su herencia emocional de una manera particular. Es precisamente en la subjetividad de nuestro síntoma donde podremos encontrarse el factor emocional que influye en su manifestación.

Y, paradójicamente, será allí también donde podremos encontrar la solución. 

 

Qué sentido particular le damos a nuestra sexualidad

El ser humano tiene la capacidad de tomar conciencia sobre su propia sexualidad. Sin embargo, este proceso no se produce de manera aislada, sino que se construye dentro de un sistema familiar y cultural.

Lo interesante de la sexualidad es que, aunque se trate de una práctica íntima, tiene como condición habitual el contacto con un/a otro/a para poder practicarla. Y esta dimensión relacional es la que nos obliga a construir su significado con base en parámetros externos, como los grupos sociales a los que pertenecemos. 

 

 

Prejuicios que vienen desde la adolescencia

Durante la adolescencia se despierta un fuerte impulso sexual que provoca cambios en el cuerpo y la personalidad. En esta fase, en su proceso natural de individuación, los jóvenes buscan separarse de su familia para explorar relaciones afectivas y sexuales con otros. 

La eyaculación precoz es común en esta etapa, ya que están descubriendo la sexualidad y aún no saben cómo manejar la excitación y la ansiedad. Pero el adolescente puede percibir la disfunción como una derrota, una amenaza a su hombría o una muestra de falta de virilidad. 

Por eso, incluso en la vida adulta, esta dificultad puede asociarse con estas creencias y muchos no buscan ayuda médica por temor al prejuicio social.

 

Consecuencias de las creencias de la cultura

La sexualidad es comúnmente pensada en términos donde solo son aceptados determinados parámetros: tamaños, medidas, formas y duración influyen en un autodiagnósitico basado en mitos y creencias sociales. Asimismo, se percibe el coito como el centro del acto sexual y se excluyen otras prácticas, las que suelen concebirse como disfunción.

Así, por ejemplo, al hombre precoz le urge acabar con el acto sexual porque no puede más que enfocarse en su carrera consigo mismo y sus expectativas. El foco de atención lo tiene puesto en el resultado final y evalúa su desempeño en comparación con aquellos “tengo que” y “debo de” que lo castigan en silencio.

 

El llamado a volver a la esencia de la sexualidad

Descubrir cuáles son las creencias limitantes asociadas a la sexualidad que alberga nuestra mente inconsciente nos hará cuestionarnos aquello que hasta ahora hemos percibido. Por consiguiente, al desaprender lo aprendido, podremos permitirnos experimentar la sexualidad de una manera distinta.

 

 

Una nueva percepción sobre la sexualidad

La sexualidad es, por esencia, todo lo opuesto al displacer

Se trata de un espacio de rendición, en donde es necesario bajar las barreras de defensa para poder permitirse conectar con el propio cuerpo y con un otro. Para ser plena, la sexualidad exige el abandono de toda expectativa y el desapego a los resultados.

La única pretensión del acto sexual debiera ser el permitirse disfrutar el proceso, ese momento de encuentro donde se funden los límites entre el mundo interior y el exterior, lo racional y lo emocional.

La sexualidad, para ser plena, requiere que exista equilibrio entre los opuestos. Y este solo es posible al trascender cualquier posicionamiento excesivo.

 

El cuerpo habla lo que la mente calla

En muchas ocasiones, las manifestaciones físicas son un reflejo de las creencias, pensamientos y emociones que permanecen inconscientes. Por lo tanto, la disfunción sexual puede ser una oportunidad para atender la información que ha generado el desequilibrio emocional que, a su vez, ha influido en la aparición del síntoma.

¿Has podido reconocer alguna de estas creencias en ti? O ¿crees que tu pareja podría estar siendo influenciado por alguna de ellas? 

El primer paso ya ha sido dado porque la toma de conciencia, por pequeña que sea, nos causa la incomodidad suficiente para continuar indagando sin juicio y con compasión en aquel legado inconsciente que hoy genera un conflicto.

La sexualidad es un regalo de la vida que nos permite conectar con nuestra maravillosa capacidad creativa ¿Te animas a desaprender aquello que hoy te limita para crecer y permitirte vivirla plenamente?

 

 

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En este podcast, Enric Corbera habla de la influencia del factor emocional en las manifestaciones de nuestro cuerpo y cómo usarlo para potenciar nuestro bienestar físico y emocional.

 

En este Directo, David Corbera explica la relación que existe entre la salud emocional y los vínculos sentimentales que establecemos con la salud sexual.

 

 

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Diplomado en Bioneuroemoción®

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