El mentor: un espejo para encontrarte con tu potencial

En el camino de nuestra vida el mentor es como un faro que guía nuestro camino, un modelo en el que nos vemos reflejados. 

¿Qué nos impulsa a buscar a alguien que asuma este rol? ¿Qué revela esa elección sobre nuestra propia búsqueda interna? Al observar a nuestro mentor descubrimos no solo sus virtudes, sino también los rincones de nuestra propia esencia que aspiramos a desarrollar.

Exploremos el propósito profundo de buscar a este maestro y cómo esta conexión, a menudo vinculada a metas externas, nos conduce a una auténtica travesía interior.

Qué es un mentor

La palabra tiene sus raíces en la Odisea de Homero, donde Mentor era un consejero y guía. El o la referente puede adoptar diversas formas, desde el “anciano sabio” hasta alguien que desafía las normas, pero nos inspira. 

A través de consejos, entrenamiento y experiencias, su papel es prepararnos para enfrentar lo desconocido. 

En tal sentido, la elección del mentor no solo abre puertas profesionales, sino que revela nuestro mundo interior junto con anhelos y patrones que emergen en la conciencia.

Los primeros mentores de la vida

En los primeros años de nuestra vida diversas figuras inspiradoras, habitualmente las parentales, ocupan ese rol y suelen ser el modelo que nos acompaña en la vida. 

Este vínculo especial se basa en la aspiración de ver al aprendiz superar al maestro porque, eventualmente, deberemos enfrentar el camino por nosotros mismos y descubrir nuestro verdadero valor.

La inspiración de la energía masculina

Aunque se lo puede encontrar representado en diversos géneros, en muchas historias el mentor asume una forma masculina. Esto refleja la energía masculina arquetípica de preparar a los hijos para el mundo adulto. 

Tal como es habitual en la energía paterna, este guía desafía al principiante a alcanzar su máximo potencial. Sostiene los conflictos para atravesarlos y aplica firmeza cuando es necesario. 

Motiva al/la aprendiz a desarrollar las capacidades que le son propias y a enfrentar su ego temeroso. Inspira y acompaña una profunda transformación hacia la confianza en sí mismo/a, en los demás y en la vida.

La fuerza de la experiencia de quien ya hizo el camino

El mentor conoce los peligros de este mundo porque ya ha estado ahí y los atravesó con éxito. Comparte esa confianza de que podremos manejarnos en él cuando nos toque.

Nos reta a desmontar nuestro ego: «Todavía no eres tan bueno como crees», «Cometes errores que debes corregir». Ese proceso de deconstrucción y reconstrucción es lo que nos otorga verdadera fortaleza, dando paso a una personalidad más sólida.

Nos ayuda a comprender que no debemos identificarnos con éxitos ni fracasos, que nuestras acciones tienen un propósito más allá de sí mismas. 

La dificultad de confiar en el maestro

Muchos de nosotros nos resistimos al cambio porque no soltamos el control, evitando experiencias que nos lleven a la profundidad de nuestro Ser. Pero ¿a quién le estaríamos fallando si comenzamos a escuchar la voz de una persona inspiradora?

Esta desconfianza suele reflejar nuestra relación con nuestra figura paterna, influenciada a su vez, por la percepción que tiene nuestra madre de él. Ello impacta significativamente en cómo nos relacionamos con posibles mentores.

Por ende, si sostenemos conflictos con la figura masculina, solemos abandonar el camino que soñamos para evitar el dolor de nuestra transformación.

¿Estamos abiertos a cuestionar nuestras creencias y a recibir consejos? ¿Qué impulso de nuestra infancia está detrás de atrevernos o no a confiar en los demás?

“Algunos cambios parecen negativos en la superficie, pero te darás cuenta de que se está creando espacio en tu vida para que algo nuevo emerja.” 

Eckhart Tolle

Tolerar la frustración acompañados

En contextos nuevos, en general, empezaremos sin las habilidades suficientes para manejarnos exitosamente. Pero el novato es el precursor del maestro.

Imaginemos a un fisioterapeuta decidido a convertirse en experto en salud emocional. Se enfrenta a un desafío complejo ya que el cambio abarca una variedad de aspectos radicalmente diferentes a lo que hacía hasta el momento. 

En busca de orientación y conocimiento, encuentra a un mentor experimentado en salud emocional que lo guía en nuevas habilidades y conocimientos. Pero, además, amplía su comprensión sobre complejidades de la mente y las emociones de las personas que ya atendía como fisioterapeuta.

Con el tiempo, este novato se transformó en un profesional capaz de ofrecer un enfoque integral y holístico para el bienestar de sus propios pacientes.

Por lo tanto, el proceso es fundamental. Esto significa estar dispuestos a transitar por estados de ánimo desagradables, como la vergüenza, el desánimo, la ineficacia, la incompetencia o la frustración.

Las cualidades del mentor son las nuestras

Aquello que nos atrae del maestro es la llave para adentrarnos en nuestra psique. 

Las emociones positivas que nos genera -como la alegría, el entusiasmo, la motivación- nacen de la admiración que sentimos por sus cualidades. Sin embargo, las podemos reconocer porque ellas también se encuentran en nuestro interior y están listas para ser integradas.

Las vemos a la distancia porque las proyectamos en una figura externa. Pero todos esos dones que le atribuimos al mentor son potencialmente nuestros: su capacidad de convertir las experiencias en sabiduría, su habilidad para integrar los aprendizajes, su constancia y resiliencia para emprender nuevas acciones, entre otras. 

Cuando vemos a nuestro guía, en realidad estamos observando una parte nuestra. Si tomamos conciencia del poder de nuestra mente podremos desarrollarla, inspirándonos en esa vida que nos hace de espejo.

Si confiamos en nosotros, la vida también lo hace

Para los que estamos decididos a transformarnos, el mundo que queremos construir comienza en cualquier parte y de cualquier modo. No es necesario que salgamos a buscar experiencias o mentores extraordinarios, ellos/as nos encontrarán a nosotros/as.

Abrirnos a nuevas posibilidades es darle una inyección de creatividad a nuestra vida. 

Recordemos que «Un mar en calma nunca hizo experto a un marinero». Son los desafíos y las dificultades los que nos permiten crecer y desarrollarnos como personas y, por qué no, como futuros mentores.

El camino es aprender a confiar en nosotros mismos. 

El compromiso es con uno mismo

El verdadero maestro, además de iluminar senderos profesionales, actúa como espejo, mostrándonos no solo lo que queremos ser, sino lo que ya llevamos dentro. Aunque nuestros mentores son fuentes de inspiración, crecimiento y motivación, el líder que anhelamos ser reside en nosotros mismos. 

El secreto radica en integrar los aspectos nuestros que percibimos en los demás y decidir quién queremos ser para estar en coherencia con lo que sentimos. Es un proceso de autodescubrimiento y crecimiento personal que nos lleva a convertirnos en mentores de nuestra propia vida y de la de los demás.

Es que, nuestro mentor externo refleja nuestro mentor interno.

Si quieres seguir profundizando sobre este tema, puedes acceder a este material en nuestro canal de Spotify y de Youtube:

En este podcast Enric Corbera explica cuáles son las características que definen a un auténtico líder, cómo desarrollar esa capacidad en tí y qué creencias pueden estar limitándote.

En este vídeo Enric Corbera explica que el mentor aparece cuando establecemos un compromiso con nosotros mismos. Y comparte algunas de sus características para que podamos identificar los mentores de nuestra vida y los aprendizajes que nos ofrecen.

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